miércoles, 28 de septiembre de 2011

Despertar

Y se pasó todo el día a base de descafeinados, como esperando que en cualquier momento le hiciera efecto la cafeína que no tenían... 
Y es que en parte así había ocurrido siempre, ella siempre vivió en edificios que no existían y reía con el cine que no veía. Ella, que siempre persiguió un sueño que no conocía y amó a un hombre que no encontraba, ahora intenta recuperar esa vida que hace tiempo dejó marchar...




Bienvenida a la realidad. Aquí también es un poco tú... 
aquí se habla de cosas que no se entienden y se presume de las cosas que no se tienen..

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domingo, 18 de septiembre de 2011

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- ¿Qué tal? ¿Cómo te sientes?
- Incomprendida, ¿y tú?


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sábado, 17 de septiembre de 2011

Jengibre y miel

Café y caramelo. Chocolate negro y tu pelo. Amargo y dulce, contrastes.
Mis mordiscos en tu piel.

Acércate


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lunes, 12 de septiembre de 2011

No somos inmunes al tiempo

Todo queda lejos, parece que pasaron siglos. Tu risa ha envejecido en mi mente. Tu voz suena más ronca y tus ojos brillan más nostálgicos. Una suave bruma lo envuelve todo, tan brillante. Se desenfocan las imágenes y los sonidos. Sonríes, y todo se vuelve blanco.
Ya no sé si lo que hago es soñar o recordar... tampoco sé qué ha pasado con los fragmentos que faltan para reconstruir nuestra historia desde el principio... Sólo sé que empezó un verano hace ya algunos años, que alguien me diga si ha acabado ya... 


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sábado, 10 de septiembre de 2011

Nada se salva

Todo cabe en ti. Todo cabe en tu cuerpo.
Todo se esconde en alguna parte de tu ser.
Todo, muy profundo bajo tu piel.



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A mi pequeño monstruo insaciable,
que en cuanto abre la boca ya nada queda a su alrededor...
[Apenas sangre seca y los últimos rayos de una luna que ya se comió]


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jueves, 8 de septiembre de 2011

Refugio de sueños

Sonó el despertador cuando todavía no había amanecido. Ella lo dejó sonar, cada vez más alto, mientras metía la cabeza bajo la almohada. Muchos le preguntaban porqué tenía almohada si no dormía con ella. Precisamente para eso; enterrarse en el mundo de los sueños cuando el trabajo le llamaba desde la mesilla y el sol le intentaba arrastrar fuera de la cama. 
Minutos después, el despertador se cansó de gritar desesperado y el pequeño animal salvaje salió de su escondite con el pelo enmarañado y los ojos todavía cerrados. Se dirigió sin pensar a la ducha, sin abrir los ojos más que lo necesario. Ni el agua fria consiguió despejarla lo suficiente. 
Ya en la cocina, con los pies mojados y bien envuelta en un albornoz rojo, preparó una gran taza de café, que bebió a sorbos y sin azúcar. Pero ni el café consiguió despejarla lo suficiente. Arrastrando los pies volvió a su habitación donde se quitó el albornoz y, completamente desnuda, volvió a meterse en la cama.
Aquel día no estaba para nadie, ni siquiera para ella misma. No era capaz de enfrentarse a ningún pensamiento racional, sólo quería cerrar los ojos y olvidar todo. Como un animal herido, vulnerable, cansado de luchar por aquello que quiere sin obtener resultado. 
-Si todas las batallas perdidas acabaran en la cama, perdería todas- fue su único pensamiento antes de volver al sueño del que quizá todavía no había salido.




 Entrada nº100