sábado, 24 de marzo de 2012

Dilatar un tiempo vacío

Él tenía el poder de parar el tiempo. Lo detenía cuando le venía en gana y lo ponía en marcha cuando se cansaba de la quietud y la soledad. De joven ésto le había proporcionado la consideración de genio superdotado por sus inmejorables resultados académicos (podía parar el tiempo en un examen, sacar los apuntes, mirar al de al lado, tomarse un tiempo para pensar...). Le consideraban también impredecible por su forma de aparecer o desaparecer repentinamente e incluso le creían fantasioso y lleno de imaginación, ya que alguna vez intentó explicar su extraño poder y nadie le tomó en serio.

Él, de joven, era capaz de casi todo. Pero de mayor se dio cuenta de que, al contrario de lo que mucha gente (incluso él mismo) pudiera pensar, esta peculiaridad suya en vez de prolongarle la vida se la había quitado. Había acabado ahogado por unas características que otros le habían atribuído y no sentía suyas. Él, a sus años, no había podido descubrir cuál era su verdadera forma de ser y actuar, no había vivido de acuerdo consigo mismo. Pero lo peor de todo, lo que verdaderamente le hacía sufrir, era no haber sido amado, ni haber podido amar. Había tenido en sus brazos todos los cuerpos firmes de jóvenes mujeres, pero nunca había conocido el peso ni el color de sus corazones. Su poder de parar el tiempo le había convertido en un mero cuerpo errante, vacío de cualquier sentimiento excepto el miedo.



Anoche, nostálgico en su cama solitaria, decidió empezar a vivir por primera vez, decidió no volver a usar su extraño poder. ¿Qué gracia tiene acaso vivir en un mundo estático, sin nadie que viva contigo, sin sonrisas ni besos ni amigos?




miércoles, 21 de marzo de 2012

Desorientada

Se despertó pensando que era verano y hacía sol. Animada, comenzó a hacer planes mentalmente, sonriendo a ratos cuando le asaltaba la idea de estar de vacaciones y disponer del tiempo que quisiera. Se levantó de un salto y abrió la ventana, hinchando los pulmones con lo que suponía que sería una fresca brisa estival. No fue así. El frío le heló las orejas y la nariz, obligándole a cerrar rápidamente la ventana. La ciudad se encontraba todavía oscura, únicamente iluminada por la fina capa de nieve que recubría coches y aceras. El cielo nunca fue tan gris, tan opaco y tan gris, como el grafito de un lapiz... No, definitivamente no era ni verano ni hacía sol. 
Contempló entonces la mesa de su habitación, completamente desbordada de libros y apuntes. No, tampoco estaba de vacaciones.


sábado, 17 de marzo de 2012

4 letras son todo

- Si pudieras pedir ahora mismo cualquier cosa, ¿qué pedirías?
- ¿Cualquier cosa?
- Sí, lo que tú quieras
- Ser feliz
- ... ¿Sólo?
- ... ¿Te parece poco? Te he pedido el universo entero y tú te has quedado con las 8 letras en vez de con el significado.


lunes, 12 de marzo de 2012

Lenguaje

Ella no sabía hablar ningún idioma. No tenía tampoco lengua materna ni paterna. Ella no había ido nunca a la escuela. Muchos la miraban por encima del hombro llamándole analfabeta y otros cultísimos sinónimos. Pese a todo, ella resultaba ser la pesona con la que era más fácil comunicarse, con la que nunca había malentendidos. Porque su sonrisa era universal. Porque ella hablaba en el lenguaje del corazón.

Si nos mueven los sentimientos y las palabras no son capaces de expresarlos -adecuadamente-, ¿para qué entonces seguimos estudiando tantas lenguas sin aprender antes a amar?


martes, 6 de marzo de 2012

Baladí

- Érase una vez un hombro muy grande sobre el que llorar, sin nadie detrás. Sin problemas ni miedos propios. Capaz de sostener el mundo entero sin dejar escapar ni una queja, ni una lágrima.
- Deja ya de fantasear, esas cosas no existen
- ¿No, verdad? Entonces ¿por qué me sigues tratando igual?


Mr. Cellophane (canción)

domingo, 4 de marzo de 2012

Sobre el azúcar o el amor

Discutían a menudo, pero aún les seguía uniendo su pasión por la alta repostería y el chocolate. Entonces ocurrió que una mañana entre el otoño y el invierno se volvieron diabéticos... Ya nada pudo evitar su separación.



sábado, 3 de marzo de 2012

Quererse sin palabras

Sé, por esa comprension nuestra que no necesita de palabras ni oídos, que nunca me dirás "te quiero". Sé que yo tampoco lo haré. Y es que cuando necesitemos conjugarnos para demostrar nuestro amor será porque éste ya no existe. Será porque necesitamos llenar el vacío del corazón con palabras, para así no ver lo vano de los sentimientos.

Sería entonces mentirnos, sería entonces despedirnos para siempre...


Mejor no digas nada, quiéreme sin palabras,
quiéreme con tus pestañas