jueves, 27 de diciembre de 2012

Quiero pensar en la vida y verla llena como la luna

Hoy es "algún día", hoy es "pronto" y "más tarde", hoy los futuros imperfectos van a ser presente, y pasado.

Es hora de parar, de quitarse esa manía de dejar la vida para más tarde. De verla pasar y sentir miedo, miedo por hacerle frente, por ser responsables, por ser grandes... Hoy nos desvestimos con la certeza de que estamos vivos. Ya no existen los "no debería" ni los "no sé", los juicios negativos hacia nuestros  propios sentimientos. Hoy sólo existen los "quiero", los "ahora", los viajes inesperados y la vida.

Hoy borro las indecisiones del diccionario, los insultos, los arrepentimientos, el futuro y el condicional. Hoy sólo puedes hablar en presente. Pensar en presente. Vivir en presente. Vivir.



"Life is what happens while you are busy making other plans" (John Lennon)


miércoles, 28 de noviembre de 2012

Es esa sensación, ese todo

A veces es ése último trago de la taza de té, ése que te deja un dulzor que no tenía antes, cuando todavía quedaba un futuro. A veces es la chica que se maquilla en el asiento treinta y seis, a veces no, a veces se sienta en el cincuenta y dos y abre un libro, intentando leer y viendo sólo letras, abstraída y confusa. A veces es el punto de inflexión, a veces es la diferencia entre lo bueno y lo mejor.

No se puede definir de otra forma, no se puede atrapar con palabras algo que sólo percibe el estómago, que, rebelde, se revuelve a instantes cuando ella se acerca. Es esa sensación, ese todo. Ese último trozo de pastel que todos desean y todos dejan, o la sensación que te persigue cuando algo se te olvida, ese zumbido persistente en las pestañas...

A veces es, simplemente, un molesto "tí" con tilde que no te deja paz en el alma.


jueves, 11 de octubre de 2012

Bohemia

Tú y yo sentados frente al mar con los pies cubiertos de arena, libros y hojas sueltas. Coges una obra de Miguel Hernández, la abres por una página cualquiera y me miras fijamente. No sé cómo lo haces pero siempre consigues ponerme la piel de gallina con cada cosa que me lees así, en voz alta, destapando cada verso con cuidado, como para no romperlo.

           ...No sé por qué, no sé por qué ni cómo
           me perdono la vida cada día.


Quiero tu poesía, tus flores secas entre las hojas de los libros, las esquinas amarillentas dobladas una y otra vez, la arena de esta playa que humedece las cubiertas. Quiero encontrarte detrás de cada pausa, que la melodía de las letras llene nuestras venas y nuestra vida. Quiero llenar el mar de poesía, quiero, contigo. 


sábado, 6 de octubre de 2012

Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande

¿Sabes que si estuviera miles de millones de años (quizá más) chocando contra ti acabaría atravesándote? Las posibilidades son pocas, es cierto, demasiados átomos como para coordinarse de una forma tan bella, tan exacta. Demasiada realidad. Una inútil lucha por esa magia en la que queremos creer, esa que unos llaman ciencia y otros fe, y que en realidad viene a ser todo lo mismo: algo en lo que creer.
Choquemos, como dos nubes un día de tormenta, como dos peces ciegos, o dos manos celebrando una victoria. Intentémoslo, una y otra vez, choquemos. Perspectiva que muchos verán como pasional irracionalidad pero que yo quiero creer simple curiosidad científica, o una escusa para pasar juntos todos los inviernos, veranos y primaveras. Porque en el otoño será diferente, siempre es diferente en otoño...
Nadie lo entenderá, quizá ni nosotros mismos. Al fin y al cabo, ¿por qué íbamos a necesitar ninguna escusa?



Voy a quedarme aquí todo el tiempo que haga falta... estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande. Y eso que las he tenido de muchas clases. Sí, podría contar mi vida uniendo casualidades. (Ana - Los amantes del Círculo Polar)


martes, 18 de septiembre de 2012

Pensaba que según pasara el tiempo me dejaría de doler tanto esta distancia que ya no se cuenta en horas sino en relojes rotos. Pero he descubierto ahora que nada de eso me dolía por reciente, sino por su aparente incoherencia. ¿Qué pasó? o lo que es más importante, ¿por qué pasó? Acaso fue la forma en que esta primavera dio paso al verano, sin tregua, sin aviso. Sol a plomo sobre unas flores demasiado jóvenes, delicadas, que no tardaron en marchitarse... 
Háblame de nuevo, aunque sea sólo un momento, el tiempo suficiente para despedirme. Por favor, quiero entender tu marcha, el porqué de las mentiras. Quiero decirte que te voy a echar de menos, aunque ya no te importe. 

Me duele esta frialdad, y es que esa vana esperanza de que todo vuelva a ser como antes, ese animal herido alimentado únicamente por los recuerdos, se niega a acostumbrarse a que desvíes la mirada y termines rápidamente la conversación con alguna escusa. Y es que ahora las cosas que no sabes o de las que no quieres hablar son un océano inmenso que parece habernos borrado para siempre. Ahora me sobra un poco de todo lo que era tuyo y a la vez me falta todo eso que eras tú.



miércoles, 22 de agosto de 2012

Nadie vio más allá de su cuerpo

Tenía algo que decir, siempre lo supe. Tenía algo que decir y nunca lo dijo. Yo sentía cómo luchaba ese pájaro nervioso en su pecho, sin llegar a pasar de su garganta a su boca ni sus labios. Esos labios rojos que temblaban siempre nerviosos, tratando de encerrar mayor verdad de la que nunca dejaron escapar. Esos ojos dulces, tan profundos e impenetrables, que miraban angustiados como pidiendo el tiempo y el silencio necesario para revelar el secreto que guardaban. Nunca nadie se lo concedió. Ella, que sufrió y escuchó pacientemente todas las desgracias ajenas, nunca pudo decir aquello que retenía con tanta fuerza bajo sus párpados.

Ella tenía algo que decir. Tenía algo que decir y nunca lo dijo... Al fin y al cabo, ¿quién dedicaría ni un minuto de su tiempo a escuchar a una simple puta de ciudad?

miércoles, 15 de agosto de 2012

Suicida por amor

- Mentirme te está matando
- Lo sé, pero decirte la verdad te mataría ti...

La realidad no es tan sencilla como la pintan.

jueves, 26 de julio de 2012

Tu mirada era de niña, tus palabras no lo eran tanto


Te conocí con una camiseta sucia y rota, unas chanclas viejas desemparejadas que te quedaban grandes y arena en los bolsillos. Arena roja, la misma que pisaban nuestros pies y que cubría todo, la misma que volaba y se escondía detrás de mis orejas y de tu cuello.
Tú, que viste en mí a través de todas nuestras diferencias. Me regalaste tu risa y tu cariño, me enseñaste a valorar lo mucho que nos unen a todos las sonrisas. Seguramente no nos volvamos a ver, pequeña de piel oscura, pero ten seguro que guardaré tu recuerdo en algún lugar muy dentro de mí. Guardaré siempre la admiración con la que brillaban tus ojos, la mirada penetrante con la que me despediste mientras susurrabas "no me olvides, por favor"...
En tu pequeño pecho cabía África entera, cabía yo. Tú me enseñaste lo grande que es este órgano que muchos llaman corazón, tú, que tendrás siempre un hueco en él.

A mi pequeña niña africana


domingo, 27 de mayo de 2012

Seremos intrépicos, que no existe, pero está bien

Podríamos reescribir la vida, con nuestras propias palabras, por qué no. Podríamos, por ejemplo, llamarla bida y no vida. Llamarla en otro lenguaje, en el de las letras y la tinta, en el de las incorrecciones gramaticales y las faltas de ortografía. Podríamos, por ejemplo, inventar alguna palabra y olvidar muchas otras. Ordenar todo en un perfecto caos que nadie entenderá, porque no habrá nada que entender. Sólo instinto, el que nos hace luchar por cada sueño, besar algo más y pensar algo menos.

Nuestros cuerpos no se tocaban. Nuestras sombras se daban la mano.

lunes, 21 de mayo de 2012

Mataré los monstruos por ti

Te dejas comer. Te estás dejando comer. Lo puedo ver. Tú también lo sabes pero no entiendes el problema y me dices que ahí dentro se está caliente y huele bien. Y yo que tonta dándote mi mano y tirando fuerte para intentar sacarte de esa garganta tan dulce por la que resbalas. El problema no es ahora sino después, intento decirte, cuando quieras ser tú misma y ahí dentro no puedas moverte bien. Cuando descubras que sólo has sido un bocado más, que nunca te sentiste especial por ser la maravillosa persona que eres, sino simplemente por ser el centro de atención de esa atractiva garganta por la que te dejas caer. Y la atención, como otras cosas, se desvanece. Nadie mejor que tú sabe lo que duele depender tanto de ella.

Asientes, pero no me entiendes. Yo sigo estirando la mano, aunque no consigo nada, desgastarme, agujetas en el brazo y en el alma.

domingo, 20 de mayo de 2012

Paradoja

Hay muchas cosas en la vida que no podemos controlar. Muchas, como la risa o el rojo de los semáforos, como la lluvia, el granizo o la arena de una playa. Como las estrellas, el vaho del aliento o las migraciones del mundo animal. Como los sueños o las olas del mar. 
Quizá fuera más fácil hablar de lo que sí que podemos controlar... Y es que realmente el hombre, en lo que cree la cumbre del poder de este mundo salvaje, ni siquiera puede controlarse a sí mismo.

Y, sin embargo, se cree con derecho a decidir sobre los demás


lunes, 14 de mayo de 2012

Idealismo o relatividad

Tú viajas por el espacio. Acaricias las lunas de Júpiter y bailas el hula-hoop con los anillos de Saturno. Sobrevuelas el universo, muy rápido. Esquivas meteoritos y cuentas estrellas. Estrellas que, según dices, no son ni tan pequeñas ni tan bonitas como sostienen las historias. Me sobrevuelas, me sobrepasas, como siempre has hecho, pero ahora más rápido. Y a todo esto yo siento las pulsaciones de tu corazón cada vez más lentas. Es curioso, ¿no crees? Que vivas tan rápido, a la velocidad de la luz, y que yo te recuerde tan quieto, mirándome, tu sonrisa a cámara lenta. Que tu realidad se acelere al ritmo de los asteroides y que yo te vea moverte tan despacio, tan despacio.
Siempre he creído que era culpa del idealismo desbordado de tus pies y tus ojos, pero se llama relatividad por lo que he oído. No dejo de darle vueltas, ahora es todo más complicado. Ahora ya no puedo engañarme, ni creer como creía en tu vuelta, cuando te cansaras de tanta inmensidad, de pensar el día a día en cifras tan grandes. Ahora tan sólo puedo besar la noche en reclamos desesperados, verte en las estrellas fugaces e imaginarme tu corazón latiendo tan despacio, tan despacio...

viernes, 4 de mayo de 2012

Lazos, nudos, enredos y desenredos

Hoy escribo a espuertas, hoy suelto mis tripas en el papel, mi hígado, mi bazo y, por supuesto, mi corazón. Sufro esa indescriptible dolencia de quien tiene mucho que contar y no sabe cómo. Del que sabe que sus palabras nunca llegarán a reflejar estos temblores que le recorren y que, probablemente, serán malentendidas. Con todo ello, me siento en el deber de intentarlo, pues parece ser que de lo que no se habla, no existe. Qué pensamiento tan absurdo, si lo piensas detenidamente, ya que el ser humano es puro revoltijo de sentimientos y éstos -para bien o para mal- no necesitan de palabras para crearse. Por otra parte, contenerlos es de las cosas más difíciles a las que nos tenemos que enfrentar -cuánto sufren los amantes no correspondidos, pero no, no vengo hoy a hablaros de eso-.
Se trata de algo más general. He visto que los lazos con los que unimos corazones son muy frágiles, que la vida no es más que una tormenta donde unos vienen y otros van, donde las distancias se acortan o se alargan con gran facilidad y, pese a todo, eso no es lo que nos separa. Sorprendentemente, siempre nos excusamos en el paso del tiempo o en los kilometros de distancia, pero a la vez tenemos personas a las que confiaríamos la vida en algún punto lejano de este u otro universo. Parece siempre mejor opción la de no pararse a pensar, vendarse los ojos para no vernos a nosostros mismos como los únicos responsables. Maldita cobardía.
Me dijeron de niña que sabría reconocer las relaciones sinceras por su transparencia, por la confianza incondicional y por la locura que supone dar sin esperar nada a cambio -incumpliendo, seguro, todas las leyes de la naturaleza-. Nunca he esperado mas que la misma transparencia con la que yo entrego mi amor. No pretendo que todo el mundo me quiera más que a nadie. Sólo quiero que me valoren lo suficiente como para tratarme con honradez. Y vuelvo a lo de antes, ¿de dónde sale ese miedo irracional a reconocerle a otra persona que, aunque le aprecias, no es "la primera" en tu círculo de relaciones? Eso podrá doler más o menos, pero no rompe lazos ni evita un vínculo fuerte y sincero. Por el contrario, si la cobardía puede con nosotros y no somos capaces de valorar a alguien tanto como para ser francos con él, rompemos -y de forma bastante dolorosa y violenta- los lazos que nos unían. La mentira y el ocultamiento sólo van seguidos de las palabras dolor y distanciamiento.

Podía vivir sin ser tu primera dama, ¿sabes? Pero no puedo vivir con tus mentiras y tus dobles caras.

No hablo yo, habla esa fuerza que me oprime el estómago y que, por no saber expresarla de una forma más correcta, sólo podía acabar en un estallido de rabia no demasiado justo. He decidido entonces dejarla corretear libre por el teclado. Hace menos daño. Y yo, que notaba algo roto por dentro, ya no siento nada.

 

domingo, 29 de abril de 2012

Espíritu libre


Ayer supe que te ibas. Que dejabas la ciudad, el país, qué más da. Lo dejabas todo, a mí, sin tus brazos. Siempre fuiste un espíritu libre. Nunca te gustaron las cadenas y aunque de sonrisas son las de aquí no dejan de parecerte pervertidas ataduras del alma.
Aunque no lo creas, yo te entiendo. Aunque no lo creas, yo siento tu lucha interna muy dentro de mí. También es mi lucha, al fin y al cabo. También es por mí que te vas y que al mismo tiempo te duele marchar. 
Me dijo Iván que no te irías llegado el momento, que lo decías de boquilla. Pero yo sé que lo harás. Lo harás sin avisar a nadie, nunca te han gustado las despedidas. Al principio mandarás postales y poco a poco olvidarás lo que te unía aquí, volverás a ser libre. Y vivirás por los dos, en libertad, vivirás por mí.

En un abrazo quise darte más de lo que yo tenía. 
En un beso, más de lo que yo podía soñar.


sábado, 14 de abril de 2012

Manzanas y reflexiones

Tengo un corazón de manzana secándose en mi mesa desde hace varios días. Antes jugoso, grande, tierno. Ahora arrugado, encogido, oxidado. Una semana, quizá menos. Sólo ha sido un descuido. Me olvidé de tirarlo, tenía otras cosas en mente. Y es cierto que en ocasiones pensé en levantarme y recoger la mesa pero se quedó siempre pospuesto a un futuro indefinido.
Puede que sea ingenuo, pero creo que a todos los corazones les pasa lo mismo. Se quedan descuidados, se marchitan, se afean y resulta difícil quitar esa capa de óxido. El de una manzana tarda una semana en secarse por completo, el de una alcachofa es algo más resistente, o eso me han dicho.
No sé, el caso es que ahora no soy capaz de tirar un corazón que se parece tanto al mio. Creo que lo plantaré en tierra, quizá todavía pueda germinar. Quizá crezcan manzanas de corazones resistentes. Quizá me haga yo más fuerte.

jueves, 12 de abril de 2012

Universos

Una estrella fugaz, pide un deseo. Le mira, pero él contempla el cielo. ¿No pensará él en la inmensidad del universo, en el misterio de los agujeros negros, en lo efímero de la vida y lo eterno de los besos? Sigue mirando el firmamento. Él la mira, pero ella, ausente, absorbe estrellas. ¿No pensará ella en supernovas, en la muerte prematura de estrellas rojas y en cantarles muy bajito ahora que su luz todavía brilla cual espectro?
No hay amor ni palabras, sólo inmensidad bajo una luna demasiado blanca para ser verdadera.
Sólo una historia demasiado complicada para ser contada.



 
Lisa Hannigan & Damien Rice - Then go

domingo, 8 de abril de 2012

Espontaneidad sobre el asfalto

El motor del coche ronronea sobre la carretera. Tus manos en el volante y la mirada fija en la distancia. Yo aprovecho para curiosear la música de tu mp3. No puedo evitar dejar escapar una sonrisa, todas tus canciones hace algún tiempo me habrían parecido una basura, ahora me encantan. Tú lo sabes y sonríes también. Escojo una carpeta al azar y subo el volumen. Estamos en una carretera vacía pero tocas el claxon. Sí, yo también siento que mis pies se mueven dentro de las zapatillas. Cierro los ojos y me palmeo la rodilla al ritmo de la música, tú me imitas y golpeas el volante... espero que no hayas cerrado también los ojos... aunque no importa, no hay ningún otro coche, la carretera es tan nuestra como este momento. La música cambia bruscamente. Abro los ojos mientras tu disimulas mirando por la ventana. Siempre pasas las canciones antes de que acaben para hacerme de rabiar. Intento gruñirte pero me quedo en un patético grito entre risa y enfado. Te ríes. Me río.


Dedicada a Noor, e inspirada en ella

Locura o constancia

No entiendo esa insistencia tuya en quererme, aun cuando te maltrato tanto, aun cuando te odio con la misma fuerza con la que tú me quieres. No entiendo por qué nunca has desistido, por qué pareces tan dispuesto a hacerme cambiar de parecer, o a destruirte en el intento. No lo entiendo, pero he empezado a admirarte por ese tesón tuyo tan autodestructivo... ¿será que, al fin y al cabo, lo estás consiguiendo?


¿Acaso alguien sabe cuál es la diferencia entre la admiración y el amor -en cualquiera de sus formas-?



sábado, 24 de marzo de 2012

Dilatar un tiempo vacío

Él tenía el poder de parar el tiempo. Lo detenía cuando le venía en gana y lo ponía en marcha cuando se cansaba de la quietud y la soledad. De joven ésto le había proporcionado la consideración de genio superdotado por sus inmejorables resultados académicos (podía parar el tiempo en un examen, sacar los apuntes, mirar al de al lado, tomarse un tiempo para pensar...). Le consideraban también impredecible por su forma de aparecer o desaparecer repentinamente e incluso le creían fantasioso y lleno de imaginación, ya que alguna vez intentó explicar su extraño poder y nadie le tomó en serio.

Él, de joven, era capaz de casi todo. Pero de mayor se dio cuenta de que, al contrario de lo que mucha gente (incluso él mismo) pudiera pensar, esta peculiaridad suya en vez de prolongarle la vida se la había quitado. Había acabado ahogado por unas características que otros le habían atribuído y no sentía suyas. Él, a sus años, no había podido descubrir cuál era su verdadera forma de ser y actuar, no había vivido de acuerdo consigo mismo. Pero lo peor de todo, lo que verdaderamente le hacía sufrir, era no haber sido amado, ni haber podido amar. Había tenido en sus brazos todos los cuerpos firmes de jóvenes mujeres, pero nunca había conocido el peso ni el color de sus corazones. Su poder de parar el tiempo le había convertido en un mero cuerpo errante, vacío de cualquier sentimiento excepto el miedo.



Anoche, nostálgico en su cama solitaria, decidió empezar a vivir por primera vez, decidió no volver a usar su extraño poder. ¿Qué gracia tiene acaso vivir en un mundo estático, sin nadie que viva contigo, sin sonrisas ni besos ni amigos?




miércoles, 21 de marzo de 2012

Desorientada

Se despertó pensando que era verano y hacía sol. Animada, comenzó a hacer planes mentalmente, sonriendo a ratos cuando le asaltaba la idea de estar de vacaciones y disponer del tiempo que quisiera. Se levantó de un salto y abrió la ventana, hinchando los pulmones con lo que suponía que sería una fresca brisa estival. No fue así. El frío le heló las orejas y la nariz, obligándole a cerrar rápidamente la ventana. La ciudad se encontraba todavía oscura, únicamente iluminada por la fina capa de nieve que recubría coches y aceras. El cielo nunca fue tan gris, tan opaco y tan gris, como el grafito de un lapiz... No, definitivamente no era ni verano ni hacía sol. 
Contempló entonces la mesa de su habitación, completamente desbordada de libros y apuntes. No, tampoco estaba de vacaciones.


sábado, 17 de marzo de 2012

4 letras son todo

- Si pudieras pedir ahora mismo cualquier cosa, ¿qué pedirías?
- ¿Cualquier cosa?
- Sí, lo que tú quieras
- Ser feliz
- ... ¿Sólo?
- ... ¿Te parece poco? Te he pedido el universo entero y tú te has quedado con las 8 letras en vez de con el significado.


lunes, 12 de marzo de 2012

Lenguaje

Ella no sabía hablar ningún idioma. No tenía tampoco lengua materna ni paterna. Ella no había ido nunca a la escuela. Muchos la miraban por encima del hombro llamándole analfabeta y otros cultísimos sinónimos. Pese a todo, ella resultaba ser la pesona con la que era más fácil comunicarse, con la que nunca había malentendidos. Porque su sonrisa era universal. Porque ella hablaba en el lenguaje del corazón.

Si nos mueven los sentimientos y las palabras no son capaces de expresarlos -adecuadamente-, ¿para qué entonces seguimos estudiando tantas lenguas sin aprender antes a amar?


martes, 6 de marzo de 2012

Baladí

- Érase una vez un hombro muy grande sobre el que llorar, sin nadie detrás. Sin problemas ni miedos propios. Capaz de sostener el mundo entero sin dejar escapar ni una queja, ni una lágrima.
- Deja ya de fantasear, esas cosas no existen
- ¿No, verdad? Entonces ¿por qué me sigues tratando igual?


Mr. Cellophane (canción)

domingo, 4 de marzo de 2012

Sobre el azúcar o el amor

Discutían a menudo, pero aún les seguía uniendo su pasión por la alta repostería y el chocolate. Entonces ocurrió que una mañana entre el otoño y el invierno se volvieron diabéticos... Ya nada pudo evitar su separación.



sábado, 3 de marzo de 2012

Quererse sin palabras

Sé, por esa comprension nuestra que no necesita de palabras ni oídos, que nunca me dirás "te quiero". Sé que yo tampoco lo haré. Y es que cuando necesitemos conjugarnos para demostrar nuestro amor será porque éste ya no existe. Será porque necesitamos llenar el vacío del corazón con palabras, para así no ver lo vano de los sentimientos.

Sería entonces mentirnos, sería entonces despedirnos para siempre...


Mejor no digas nada, quiéreme sin palabras,
quiéreme con tus pestañas


sábado, 25 de febrero de 2012

Prosopopeya o realidad

- Pues no, no me parecen loables las gallinas de corral
- ¿Ni siquiera ésta, que murió de amor?


domingo, 19 de febrero de 2012

Costuras

La vida no entiende de delicadezas, la vida pasa a bandazos. Y a veces chocas y te rompes. Es entonces cuando el amor hace de pegamento, de hilo y de aguja, cosiéndote y arreglándote con dolorosas punzadas.


A ella le faltaba amor en cada una de sus costuras, por eso se rompía en pedazos cada vez que soplaba el viento. 


La voluntad no basta para unir piezas. Para ello no hay nada mejor ni más fuerte que los sentimientos... [por desgracia]



sábado, 18 de febrero de 2012

Entre ficción y realidad

Recuerdo que una vez me preguntaron si escribía siempre sobre mí, o sobre mi vida, si todos esos besos de tinta los había dado y recibido, si ese dolor lo había sufrido. Sencilla pregunta de difícil respuesta. Hay quien dice que todo escritor (o aprendiz, en mi caso) escribe sobre sí mismo, colocando en diferentes personajes e historias aspectos de su persona, de su pasado, de sus pensamientos, ideas y sentimientos.
Sin embargo, no creo que esto suceda en mi caso. Puede que todavía me quede mucho por aprender en este abrupto y mágico mundo de las letras. Puede que me fíe demasiado de Gabriel García Marquez y crea, como él, que el escritor escribe para explicarse a sí mismo lo que no se puede explicar. O puede que, simplemente, me guste demasiado inventar. Al fin y al cabo, como una vez me dijo un amigo "soñar es sentir lo que la vida no te deja vivir"... puede que suceda lo mismo con la escritura, quién sabe.


Yo, que vivo todo lo que cuento, pero nunca cuento lo que vivo... (¿o sí?)

 

domingo, 12 de febrero de 2012

Game over

Sólo quiero cargar la partida que guardé antes de conocerte


Que alguien me diga como se resetea el corazón,
cómo se rebobinan la vida y los sueños.


jueves, 9 de febrero de 2012

Arte

El músico respiró hondo, cerró los ojos y se estiró la chaqueta. Como en un sagrado ritual abrió la funda de su clarinete, sacó el instrumento de oscura madera y lo afinó con sumo cuidado.
Aquel joven solista volvió a respirar hondo, estiró los brazos, sopesó el instrumento con una mano. Codos alineados, los dedos tensos y flexibles sobre los anillos y llaves del clarinete. Llegado el momento el público dejó de aplaudir y observó atento. El joven intérprete cogió aire y comenzó a cantar.


Dedicada a un amigo clarinetista, que encuentra siempre la forma de sorprenderme.

lunes, 6 de febrero de 2012

Incoherente dulzura

Ella se pasaba el día entero abrigada hasta el cuello con bufandas, gorros y lanas, pero con los pies descalzos. Sólo cuando iba a dormir se desnudaba por completo y, antes de desaparecer bajo la calidez de las sábanas, se enfundaba los pies con tres pares de calcetines a rayas.


Siempre le gustó llevar un poco la contraria

sábado, 4 de febrero de 2012

Madrugadas de amor y té

Lo del té no sé de dónde lo sacó, pero empezó a ser una tradición impuesta a las tres menos cuarto de la madrugada. No faltaban los detalles ni los sentimientos, y lo preparaba todo con mucha antelación. Varias horas antes se remangaba, se colocaba el mandil y comenzaba a amasar harina, batir huevos y derretir mantequilla. Mezclaba todo con mucho, muchísimo, cariño. Como quien acaricia a un pájaro herido, como quien besa a un niño. Horneaba galletas y bizcochos a un fuego suave, muy suave, como el soplo cálido de una hoguera en pleno invierno. 

Lenta, muy lentamente se cocían las galletas, y nosotros hacíamos el amor en la cocina. Nos quedábamos sentados frente al horno, yo acariciándole el pelo y quitándole con besos los restos de harina de sus mejillas. Y así, sin soltarme la mano, ella calentaba el agua en una tetera roja.

Entonces abría el horno con infinito amor y sacaba varias bandejas de acalorados sentimientos. Compartíamos el té, los dulces y los besos igual que compartíamos el sexo y el sudor. 

...la tetera burbujea en fa menor todas las noches a las tres menos cuarto de la madrugada.



 

jueves, 26 de enero de 2012

Luna llena

Últimamente no paro de pensar en las mujeres como en hombres lobo. Al fin y al cabo, siguen los mismos ciclos de luna llena. Si lo piensas, todo encaja. En esos momentos se ven más desaliñadas e hinchadas. Se encuentran irritables y enseñan los colmillos a modo de advertencia. Con la luna llena sus ojos se vuelven recelosos y huelen más a sangre. Les invade una lujuria interior que nadie parece comprender, porque tampoco la saben demostrar. Y les irrita en gran medida esa incomprensión, sintiendo la necesidad de huir y de estar solas, como un lobo que huye a protegerse en la noche, en un instinto irracional, primitivo y animal. Sí, en esos momentos provocan el mismo terror y fascinación. Sí, las mujeres son en realidad hombres lobo.


Ahora sólo cabe preguntarse, ¿quién era más fiero, Caperucita o el lobo?



miércoles, 11 de enero de 2012

Amante del desorden y los defectos

Y aunque seguía admirando la mirada de aquel chico, sus sentimientos cambiaron de repente, sin saber muy bien porqué. Quizá fue su habitación lo que la desagradó hasta tal punto, o su forma de presentarla; "perdona el desorden", cuando el único rastro de movimiento y vida se concentraba en el lápiz que descansaba sobre la mesa. Se respiraba de hecho una agobiante quietud en aquella habitación. Quizá fue eso lo que la espantó, esa sensación de estabilidad que emanaba de la estancia. Y no sólo de la estancia, él entero olía a equilibrio y permanencia. 
Puede sin embargo que fueran los libros de la estantería, que no eran más que aquellos que mandan en la escuela y algún que otro tomo viejo de la universidad. Y sí, como decirlo, le molestó que ninguna camiseta andara tirada por el suelo, que no hubiera arrugas en su colcha ni CDs esparcidos sobre la mesa. Era asombroso al mismo tiempo; nunca había conocido a nadie que tuviera ordenada hasta la papelera. Quién sabe, quizá no hay que buscar tantos detalles, quizá fue sólo la mirada grave que puso mientras ella observaba la habitación, en la que parecía querer ofrecerle esas [odiosas] cuatro paredes. 

Es difícil saberlo. El caso es que ella sintió que algo se apagaba dentro de su pecho y, aunque esa tarde siguió sonriendo, su corazón comenzó a odiarle por no ser un poco más imperfecto.



domingo, 8 de enero de 2012

Curioso lenguaje el de las sílabas

Siempre he tenido un insalvable problema con sinalefas, diptongos e hiatos. Sí, tan insalvable era el asunto que aunque de pequeña mi sueño era ser poeta me quedé jugeteando de por vida con la prosa. Tan insalvable, que nunca me había dado cuenta del gran problema de los sentimientos y el lenguaje. Pero hace poco un amigo, un amigo poeta (de los que amaestran letras y hacen malabares con acentos y sinalefas) me enseñó alguno de los misterios ocultos de las sílabas. Y así algunas palabras se tiñeron de nuevos colores ante mis ojos: teo-dio, te-quie-ro. Más largo sin duda este último, en letras y en sílabas. Deduje por tanto que era más sencillo odiarte que quererte. Fíjate, quién me iba a decir a mí que hasta el lenguaje jugaba en nuestra contra...

Y pensar que a veces tonterías como esta son suficientes para borrar historias que aún no han sido escritas.



Especialmente dedicado a Sally (click para ver su perfil)




sábado, 7 de enero de 2012

Marcas

- Tengo dos marcas indelebles
· Cómo, ¿dos tatuajes?
- Más o menos... Las intenté borrar, pero me quedó una cicatriz
· ¿Dónde, en la espalda?
- No, en el corazón

Y en esto tú eres tatuador profesional



martes, 3 de enero de 2012

Mi abuelo el militar espanta el miedo a cañonazos

Quisiera tener una de esas mantas rahídas que tienen los abuelos de cuando fueron al ejército. De esas que te impiden moverte bajo su peso. Quisiera poder refugiarme en ella, crear un lugar secreto y tenerlo a él, a mi abuelo, sentado a mi lado por las noches. Con esa sonrisa afable y ese pecho tan grante y tan cálido en el que enterrar los miedos. Me gustaría que se quedase toda la noche velando mi sueño. Destruyendo a escopetazos las pesadillas. Creando a mi alrededor un escudo de balas y amor. Pero me da la impresión de que en esta guerra el enemigo siempre va mejor armado que yo. Que son escasos los aliados, yo muy pequeña y el miedo demasiado grande.