Siempre he tenido un insalvable problema con sinalefas, diptongos e hiatos. Sí, tan insalvable era el asunto que aunque de pequeña mi sueño era ser poeta me quedé jugeteando de por vida con la prosa. Tan insalvable, que nunca me había dado cuenta del gran problema de los sentimientos y el lenguaje. Pero hace poco un amigo, un amigo poeta (de los que amaestran letras y hacen malabares con acentos y sinalefas) me enseñó alguno de los misterios ocultos de las sílabas. Y así algunas palabras se tiñeron de nuevos colores ante mis ojos: teo-dio, te-quie-ro. Más largo sin duda este último, en letras y en sílabas. Deduje por tanto que era más sencillo odiarte que quererte. Fíjate, quién me iba a decir a mí que hasta el lenguaje jugaba en nuestra contra...
Y pensar que a veces tonterías como esta son suficientes para borrar historias que aún no han sido escritas.
Hola! :)
ResponderEliminarHe leído tu comentario y, para empezar, decirte que esta entrada en particular me ha gustado muchísimo. Para mi gusto tiene una calidad enorme, quería felicitarte. Y sí, la canción de mi entrada es precisamente En la cuerda floja, de Nach con Rapsusklei :)
Un saludo, siempre es agradable encontrar gente interesante por blogger!
P.D.: Wanderer viene por The Host? Me ha recordado muchísimo a ese libro.
Gracias por todo! espero que te pases por aquí alguna otra vez! ;)
ResponderEliminarWanderer fue mi seudónimo antes de The Host, me gusta la idea de "errante" (en general el verbo "errar" me parece precioso, por los dos significados que tiene...!!). En cuanto al libro, también lo lei y me gustó bastante! me pareció muy original en cierto sentido, aunque le hubiera quitado el epílogo, sin duda alguna x)
No dudes en volver a comentar cualquier cosa, siempre es un placer recibir dudas-críticas-etc! Un saludo!
ahh es más maravilloso aún que tu misterioso regalo sin forma que se parte en trozos (pero al parecer no en sílabas) :D
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