Hay muchas cosas en la vida que no podemos controlar. Muchas, como la risa o el rojo de los semáforos, como la lluvia, el granizo o la arena de una playa. Como las estrellas, el vaho del aliento o las migraciones del mundo animal. Como los sueños o las olas del mar.
Quizá fuera más fácil hablar de lo que sí que podemos controlar... Y es que realmente el hombre, en lo que cree la cumbre del poder de este mundo salvaje, ni siquiera puede controlarse a sí mismo.
Y, sin embargo, se cree con derecho a decidir sobre los demás
Excelente reflexión.
ResponderEliminarEl hombre se cree en la necesidad, derecho y deber de controlar todo lo que cree que está a su cuidado. Y sin embargo, siempre que tratamos de ser algo más que hombres, fracasamos estrepitosamente.
Cuídate.