lunes, 28 de enero de 2013

Encontré la poesía en ti. En tus ojos.

A veces lo único que nos queda es lo que hemos perdido, o lo que nunca tendremos... al fin y al cabo, es lo único que nos impulsa a vivir, o seguir viviendo.

Y aún recuerdo cuando me preguntabas inocentemente "¿Por qué estás tan segura? ¿Cómo lo sabes?". Nunca entendiste que yo no sabía ni sé más que nadie, ni siquiera entiendo las enormes distancias del universo (¿acaso alguien lo hace?), podría ser que la humanidad entera viviera en una mota de polvo. 
No sé si existen más duendes que tú, no sé si de verdad hay algo inexplicable y mágico en la música que hace que nunca nunca te sientas solo. No lo sé, pero es lo que he decidido creer.
(No es lo mismo, es verdad. Es mucho más importante.)


Soñar puede ser doloroso pero es algo que nos humaniza a todos un poco, y eso, en el fondo, es lo más valioso, no crees?



lunes, 14 de enero de 2013

La cotidianidad también es singular

Hoy por fin abro los ojos y veo la puesta de sol como si nunca antes hubiera visto una puesta de sol. Así, el atardecer en sí mismo, sin proyectar esa imagen de atardecer de mi mente. Sin esperar nada, sin entender que el sol es una estrella o que las nubes son vapor de agua. Sólo luz, y una mezcla extraña entre felicidad y melancolía que me revuelve las entrañas.

Abrir los ojos y ver la vida como quien acaba de nacer, sorprendiéndose a cada instante con los hechos más cotidianos. Visitar tu ciudad como lo haría un extranjero, dedicando tiempo tan sólo a mirar y pasear, conocer la historia de cada piedra y cada lugar. Mirar alrededor sin pensar, sin intelectualizar, sin proyectar imágenes preconcebidas, sin juzgar. No dejar que las experiencias pasadas nos nublen la mirada. Volver a sentir la vida como niños, con cierta inocencia y una sorpresa constante. 

Recordar el significado de la palabra ilusión, que más parece un animal en peligro de extinción. Ilusión  por hacer las cosas que nos gustan, por cumplir nuestros sueños, por enamorarnos, por vivir una y mil veces las cosas que siempre vivimos... y por que todas ellas sigan siendo igual de especiales y no pierdan su brillo. Emocionarnos, y volver a sentir el aleteo de ese pájaro interno que aprisiona el corazón y al mismo tiempo le da calor.