jueves, 21 de abril de 2011

En tiempos antagónicos

Hace mucho que me dejaste de mirar y me empezaste a ver. Fue más o menos por el tiempo en el que cambiaste las sonrisas tímidas por silencios, en el que dejaste de releer mis mensajes una y otra vez (...)

Sí, fue hace tiempo, lo sé. Pero sólo ahora me he dado cuenta de este cambio. Sólo ahora me he dado cuenta de que a mí me ha sucedido justo al revés.




Tú, intencionadamente, tropezaste conmigo.
Ante mi desinterés seguiste tu camino sin mirar atrás,
ahora soy yo la que vuelvo la cabeza y veo cómo te alejas
y me arrepiento de no haberte retenido un poco más...

Dicen que hay momentos para todo,
la verdad es que si hubo alguno para nosotros
hace tiempo que quedó astillado en fracciones eternizadas,
quitándonos los últimos restos de esperanza y oportunidad
... 


domingo, 17 de abril de 2011

#

Porque hay cosas que no necesitan explicación. O que no la merecen. Pero hay otras que, simplemente, no la tienen

Deja de buscar. 

domingo, 3 de abril de 2011

Ojos tristes que no perdonan


Cuando ya nos habíamos acostumbrado a ese vacío de su silla, al silencio de las mañanas cuando nadie encendía la radio, a la ausencia de gritos y discusiones por quién sabe qué... Cuando ya habíamos asumido que él seguiría siendo la sombra densa y asfixiante que ahogaba nuestro ánimo [por mucho que ya no estuviera presente]... Cuando conseguimos dejar de culparnos mutuamente por no poder evitar esa extraña felicidad que provocaba su ausencia... Entonces, entonces fue cuando volvió. Nadie dijo nada, todo volvió a ser como antes. O eso quisimos creer. Las sonrisas nunca se recuperaron de aquel portazo furioso, de aquel soplo helado de profundo odio. Tus ojos ya nunca volvieron a brillar como antes. Y yo no fui capaz de soportarlo... 

¿Con qué derecho se metía de nuevo en nuestra casa, quitándonos la libertad con esa complacencia suya tan enfermiza?