No somos autosuficientes. Ninguno de nosotros. No nos engañemos creyéndonos totalmente independientes, no funciona. Podemos ser conscientes de nuestra valía y nuestra capacidad para desenvolvernos, podemos confiar plenamente en nosotros, incluso creernos especiales, más activos, más guapos, más inteligentes. Pero en solitario cuánto tiempo somos capaces de engañarnos y aguantar con la autoestima bien alta? Nuestras palabras ya no bastan para darnos confianza, nuestro "va a salir bien" no calma lo mismo que el de alguien a quien respetes. Nuestro "yo puedo" no anima tanto como el "tú puedes" de un amigo. Nuestra sonrisa nerviosa en el espejo no infunda valor como la cálida sonrisa de quien te quiere. Necesitamos otras voces que repitan cuánto valemos para poder creernoslo. Necesitamos escuchar "te quiero" aunque estemos seguros de ello. Necesitamos muestras de afecto, respeto y cariño. Necesitamos ser comprendidos, que nuestros problemas sean escuchados, entendidos y valorados. Necesitamos saber que podemos contar con alguien, aunque finalmente no lo necesitemos...
Somos humanos y vivimos en sociedad, solo este año me he dado cuenta de que no es por gusto ni capricho, sino por necesidad.
Cuánta verdad... me encanta (como siempre, por si necesitas oírlo, aunque ya lo sepas y NO quieras reconocerlo) ^^
ResponderEliminar"No es por gusto ni capricho, sino por necesidad" ...
Realmente hermoso, imposible no estar de acuerdo con la verdad. Uno se siente omnipresente, sabelotodo y autosuficiente. Y sobre todo feliz haciendo uso de la libertad. Pero las alas de la libertad sirven de poco si sólo son para volar y no podemos cobijar a alguien debajo de ellas. Y los ojos con los que desafiamos nuestro destino son nada sin la luz de otras pupilas alentándonos.
ResponderEliminargracias por pasar por mi rincón de insatisfacciones hechas letras.
Un beso