Se despertó pensando que era verano y hacía sol. Animada, comenzó a 
hacer planes mentalmente, sonriendo a ratos cuando le asaltaba la idea 
de estar de vacaciones y disponer del tiempo que quisiera. Se levantó de
 un salto y abrió la ventana, hinchando los pulmones con lo que suponía 
que sería una fresca brisa estival. No fue así. El frío le heló las 
orejas y la nariz, obligándole a cerrar rápidamente la ventana. La ciudad
 se encontraba todavía oscura, únicamente iluminada por la fina capa de 
nieve que recubría coches y aceras. El cielo nunca fue tan gris, tan opaco y tan gris, como
 el grafito de un lapiz... No, definitivamente no era ni verano ni hacía sol. 
Contempló 
entonces la mesa de su habitación, completamente desbordada de libros y 
apuntes. No, tampoco estaba de vacaciones.
Adorablísima. Un texto adorablísimo... ains, ¡muchísimo ánimo!
ResponderEliminarPronto el Sol y las grandes ideas se convertirán en vacaciones y viajes para recordar.
Ánimo :)
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