domingo, 30 de octubre de 2011

Suicida sentimental

Aguó el té hasta volverlo transparente, más o menos el mismo cambio que habían sufrido sus ojos y sus labios, y que sufrirían meses después su pelo y sus manos...


No hizo caso a nadie. 
Siguió amando, sin mirar los espejos
en los que se iba difuminando su reflejo.
Desapareció, acabó absorbida
por ese agujero negro que eras tú.





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2 comentarios:

  1. Siguió amando. Qué valor!

    Un beso o 2 #

    Pd: Una delicia este espacio. Te sigo y con tu permiso, te enlazo.

    Más saludos.

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  2. >> Absorbida por ese agujero negro que eres tu. <<

    Precioso. Me ha encatado.

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