Dicen que no deberían estar juntos. Que no se merecen. Que ella no le merece. Pero no sé qué otra chica hubiera luchado por él con tanta fuerza. No sé quién podría haber amado mejor, o haber tenido unos modales más correctos.
Tampoco nadie es capaz de reprocharle nada, o de indicarle cómo llegar a ser lo suficientemente digna. Y es que ella haría todo lo que estuviera en su mano por ser aceptada. Pero que no hablen de que él ya es adulto y ella una niña. Eso no puede cambiarlo, por mucho que quiera.
Cuando les conocí ambos tenían los mismos sueños brillando en los ojos. Y una sonrisa que decía que los llevarían a cabo juntos, y que entonces la felicidad sería mil veces mayor, al ver cumplidos al mismo tiempo los sueños de los dos. Y yo pienso, ¿con qué derecho opinan los demás? Con qué derecho, sin conocer si quiera a la pareja. El mundo entiende de amor lo mismo que de justicia.
¿Qué verdadera importancia tienen estas cosas? La vida es demasiado incierta.
¿Para qué desgastarnos pensando en si el mundo estará de acuerdo?