viernes, 9 de diciembre de 2011

Las singularidades de esa chica extraña

Había pasta en todos y cada uno de los estantes de su casa. Ravioli, tortelini, fussili, ñoquis, macarrones, fideos, farfalle y otros nombres italianos tirando a impronunciables. Los visitantes, sorprendidos, pasaban la tarde abriendo y cerrando cajones, destapando cajas, descubriendo pasta y más pasta en los armarios y debajo de las camas. Pero únicamente él preguntó por qué entre toda esa variedad no había ni un sólo espagueti escondido en la casa. Nadie había notado antes esa falta. Por eso fue el único que llegó a conocer su secreto. Ella era una de esas chicas que no sabe enrollar los espaguetis en el tenedor, y se había vuelto experta en preparar fideos a la carbonara.

Y aunque él le enseñó a comer espaguetis,
terminando los dos como la dama y el vagabundo,
ella, a escondidas, siguió cocinando con fideos.
Porque ella no quería renunciar a nada
...Y él, que lo sabía, no podía renunciar a ella.





3 comentarios:

  1. A mí una vez me dijeron: "La luna es redonda como un espagueti." Y yo me lo creí.

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  2. Te has salido.
    P.D: los espaguetis son mi comida favorita, y más aún a la carbonara.

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  3. en serio, es que me encanta...
    creo que me lo leeré cincuenta veces más :)

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