viernes, 7 de mayo de 2010

Olvidar

Se ahuecó con las manos el pelo empapado, las gotas de lluvia resbalaban por sus cabellos, mojando su frente, deslizándose por sus mejillas, borrando de su cara los restos de maquillaje. Se miró en el triste reflejo de un cristal sucio, profundas sombras púrpuras contornaban sus ya de por sí oscuros ojos. Sonrío sin ganas y empujó la puerta del bar. El olor a viejo y a café de máquina había dado paso a un ambiente más cargado de alcohol y tabaco. Se mantuvo unos instantes de pie en la puerta, notaba como entraba el frío de la calle, una corriente gélida y húmeda que lamía sus talones. Cerró la puerta y se dirigió hacia la barra dando traspiés. Los tobillos se le doblaban, las rodillas no aguantaban su peso y apenas tenía fuerzas para mantenerse erguida. A su paso percibió la mirada del resto de clientes clavándose en su nuca, personas que habían renunciado a su vitalidad, prefiriendo el alcohol como compañía, prefiriendo huir de sus problemas sin enfrentarse a la realidad. Y sus recuerdos y esperanzas permanecerían enterrados bajo una capa de polvo y telarañas, abandonados en los rincones de aquel bar durante mucho tiempo, y ella no podía hacer nada. Aquel ambiente la agobiaba. Se sentó en una silla alta y desvencijada. El camarero se volvió hacia ella con aspecto interrogante.
- ¿Quiere tomar algo?- preguntó amablemente al no recibir petición alguna. Su voz dejaba traslucir un deje impaciente.
Ella sacudió levemente la cabeza como respuesta. Pasaron unos instantes tras los cuales se levantó cuidadosamente, con intención de marcharse. El camarero, algo desconcertado preguntó -¿A qué ha venido, si no es a tomar nada?- la curiosidad se apreciaba en su voz.
-A olvidar- respondió ella en apenas un murmullo y, sin dar tiempo a más, dio media vuelta y se dirigió hacia la puerta. Llegó hasta ella y la abrió ligeramente, llenando de aire sus pulmones.
-¿Y lo ha conseguido?- preguntó el camarero confundido.
Y ella, sin darse la vuelta, susurró -Quizá...-. La puerta se cerró a sus espaldas.

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3 comentarios:

  1. Increible... Tus entradas cada vez me absorven más y más, sencillamente fantástico.

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  2. Misterioso...me encantan estos textos que salen de tu pensamiento.Eres genial ;)

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  3. Pues mira, aunque tú me siguieses "en las sombras" yo no... =P Hala, ahora sí, te sigo!

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