Todavía recuerdo ese día de verano, la calidez de tus palabras y el dulce tacto de tus labios, recuerdo los rayos de sol acariciándome la espalda, tus manos recorriendo mi cuerpo y tu suave aliento, susurrándome al oído que el peor enemigo es el olvido... He de reconocer que nunca lo he entendído, nunca podré olvidar lo que era estar contigo....
Precioso...
ResponderEliminarSin palabras...
ResponderEliminarDecir genial es quedarse corto :)
ResponderEliminarMe encanta.