Hemos de saber disfrutar con las pequeñas cosas de la vida. Con el amargor del café de la mañana o el tacto suave de las sábanas recién planchadas. Con el dulce sabor del chocolate, con las gotas de lluvia acariciándonos la cara, con la brisa salada del mar y con el olor de la tierra mojada. Con las olas besando nuestros pies a orillas del mar, con el agua fresca un día de sol y con el olor del pan recién hecho. Con la vitalidad de los músculos al correr. Con un paisaje, con una historia. Con una taza de café caliente en un día de lluvia, con el silbar de la tetera en el fuego y con el sonido del agua fluyendo. Con un buen libro, con unas palomitas y una película. Con la compañía de un amigo en un momento difícil. Con el calor del fuego desentumeciendo nuestra alma. Con la suave inconsistencia de la nieve bajo nuestros pies. Con un abrazo, un beso. Con tu sonrisa dulce como la miel.
¡Oh! lo subiste al fin! =)
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