viernes, 31 de diciembre de 2010

Sólo tú lo entenderías

Sonríes y sueñas, y abres mucho los ojos porque [todavía] no te enteras. Eres un idealista de pies inquietos, de eterna luz en la mirada y los labios llenos de historias y cuentos. Me miras y suspiras, te encanta perder el tiempo pero agoto tu paciencia.

Sin embargo te necesito ahora, sólo tú lo entenderías. Tú, que buscas las preguntas y no te importan las respuestas. Tú, que continúas esperando para escuchar mis problemas. Tú, sólo tú lo entenderías. Pestañeas y te giras, y me haces una mueca. Tus ásperas manos están llenas de batallas y de años, mas sólo quiero sentir su calidez en mis brazos. Enterrar mis puños en ellas. Confiar en tu habilidad para resolver mis dudas. Ahora respondo a tu seña, es mi turno, sonrío y te explico. Abres mucho los ojos pero tu boca sigue sonriendo[me], dándome una calma que no tenía...
Sí, sólo tú lo entenderías...


miércoles, 29 de diciembre de 2010

[mi] ciudad

Si me preguntaran qué entiendo yo por ciudad respondería que es un lugar donde conviven deseos y preocupaciones, alegrías y disgustos, gente alta y gente bajita, de ojos negros o verdes, todo mezclado en un trajín diario muy característico. Y es lo que me encanta de la ciudad, que esconde millones de historias variopintas, para que podamos aprender de cada una de ellas..
 
Por eso observo a la gente que me rodea tratando de adivinar a dónde van y de dónde vienen, cuál es su color preferido o qué es lo que más les hace reír. Cada persona es distinta y me cuenta una historia diferente. Pero todas, absolutamente todas, tienen algo en común... están impregnadas de ese aire de ciudad, de esa algarabía de colores, aromas, sonidos y retazos de conversaciones ajenas. Me gusta el rastro que todo esto deja en su semblante, me gusta la gente de mi ciudad, la que no lleva reloj y habla alto y con los brazos abiertos. La que se sienta en cafés o en parques y, simplemente, se asombra de todo lo que le rodea [que no por ser cotidiano deja de ser mágico]. La que sonríe por la calle a los desconocidos, pensando que las pequeñas muestras de afecto son las que menos cuestan [y por eso mismo a menudo nos olvidamos de hacerlas] y las que más alegran.
 
 

viernes, 17 de diciembre de 2010

¿Aceptas?

Te propongo un reto. Finjamos que tú no me miras y que yo no te quiero. Finjamos que por la noche no te invaden los recuerdos y que no añoras el tacto de mi cuerpo. Finjamos que no nos consumimos lentamente en  este silencio. Finjamos que somos capaces de olvidarnos. Que no echaré de menos la calidez de tus manos, ni el olor suave de tu pelo. Que tu tampoco buscarás mis caricias ni mis besos. Finjamos que ya no sufrimos. Finjamos que podemos...
Si esto es lo que quieres, yo [por ti] acepto. A cambio prométeme que si pasado un tiempo no lo hemos logrado, renunciaremos a este reto, dejaremos de fingir para siempre y dejarás de negar lo que sientes.

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lunes, 13 de diciembre de 2010

Grietas de esperanza

Nunca es tarde. Aún no está todo perdido, quizá podamos recuperar los sentimientos que el tiempo cubrió de escarcha, hielo y niebla. No digas adiós, ni hasta nunca. No todavía. Que en sueños he oído que en la frialdad de tu corazón se ha abierto una grieta...


Seguiré golpeando el muro que te aisla del exterior, 
seguiré resquebrajándolo y asómandome por los resquicios. 
Por ti. Para verte... 
 Porque, aunque suene extraño, tengo miedo de olvidarte
miedo de dejar de sentir este dolor que me produce verte,
miedo porque si esto sucede, sabré que nunca más podré sentirte,
ni refugiarme en tu recuerdo en las noches más tristes...


miércoles, 8 de diciembre de 2010

Podríamos...

Podríamos hablar de cómo mi piel se resiste a olvidar tus caricias, de cómo se estremece en esta noche fria. Podríamos hablar del presente, podríamos describir el temblor de mis labios y el vacío de mi mente ahora que no estás y todo se torna gris y desconocido. Podríamos pensar que ya no existe el pasado, que ya no es posible un "nosotros", ni un "tú y yo". Podríamos llorar en silencio, podríamos dejarnos llevar por la melancolía de los recuerdos.
Podríamos seguir pensando que no hay nada que hacer, que todo está perdido, que desapareció algo que no podremos recuperar. Si, podríamos seguir lamentándonos en silencio, lanzándonos miradas melancólicas por los pasillos. Podríamos seguir evitándonos y sonriendo amablemente en público, ocultando el dolor existente.
Podríamos continuar con este maldito teatro eternamente, pero se me retuerce la tripa tan sólo de pensarlo... por qué no somos menos orgullosos? por qué nos cuesta tanto reconocer que quizá no tuviéramos razón? que posiblemente fue cosa de los dos? por qué no te acercas y olvidamos este dolor? yo te cubriré de abrazos, y  tú, entre susurros y besos me dirás "te quiero"... Podríamos... por qué no?

lunes, 6 de diciembre de 2010

5 sentidos

Mis ojos te observan, brillando cual luciérnagas. Mi cabello te sigue, enredándose en tus caderas. Mi nariz por encontrar tu aroma en el aire desespera. Mis labios te saborean, disfrutando el dulzor de tu inocencia. Mis manos te acarician, llevándose tu suavidad y tu esencia. Tú, sólo tú mis cinco sentidos alteras...

sábado, 27 de noviembre de 2010

Con tacones [invisibles]

Y hoy te sientes con ganas de mostrarle al mundo tu sonrisa y tu vitalidad , de hacerte notar. Hoy te sientes con ganas. Te arreglas y te cambias, te pones guapa. Te vistes con tacones y falda. Y sales de casa con la seguridad brillando en tu mirada. Hoy puedes con todo, y quieres que te vean, quieres por un día sentirte valorada.

Sin embargo el mundo no se siente como tú, no hoy. Los días encerrada en casa han hecho mella y pareces olvidada. Nadie responde a tus llamadas. Se hace de noche y sientes el frio colándose en tus medias. Nadie con su risa te reconforta, hoy nadie está dispuesto a dedicarte su tiempo. Hoy estas sola. Nadie te hace sentir importante ni guapa. Y tú te sientes ridícula con tu falda, y la estiras con las manos mientras vuelves a casa. No ha sido más que un paseo, sola. Y te quedas mirando fijamente tu reflejo en  algún cristal, que te devuelve una media sonrisa melancólica. Y así, mirándote al espejo, piensas en dónde cojones se han metido tus ganas de mostrarle al mundo tu valía. ¿Dónde ha quedado aquello? ya no sientes más que tus manos heladas. Un sábado por la noche y estas sola en casa. Desplomada en la cama, con tacones rojos y falda.


lunes, 8 de noviembre de 2010

Abrúmame

 Abrázame. Hazlo como sólo yo lo hago.
Agárrame y cógeme de la mano.
Paseemos juntos y sonríamos.

Abrúmame. Que sea algo inesperado.
Confúndeme. No quiero saber nada del pasado.
Pellizquémonos el brazo y comprobemos que no soñamos.

[todo] es bonito a tu lado.

viernes, 5 de noviembre de 2010

...

Cuando las lágrimas ya no te dicen nada, deberías empezar a plantearte si se te han secado los ojos o se te ha secado el alma.



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lunes, 25 de octubre de 2010

Sin nada más que decir

Releo todo lo que escribo y no añado nada. No es porque no tenga nada que mejorar o corregir, sino porque lo que leo me sume en una profunda melancolía, en esa amarga alegría con la que recuerdo los momentos que esconden los escritos.
Suspiro... enmucede mi alma, y me quedo (de nuevo) sin palabras [...]

viernes, 22 de octubre de 2010

Sobre gnomos y trolls

Me gustan los gnomos. No sé si existiran o no, pero me gustan los gnomos. Los gnomos y los trolls. Me gusta su magia y su misterio. Me gusta la incredulidad de esta sociedad ante la idea de su existencia. Me gusta la desconfianza que generan.
Me gustan en mi imaginación. Sus caras regordetas y su menudo cuerpo rechoncho y peludo. Me gusta su sonrisa maliciosa y el brillo divertido de sus ojos.
Y ante la pregunta,
-¿Entonces crees que existen, no?
-Claro que existen. Existen en mi imaginación - respondería yo.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Bajo la lluvia

Me encanta andar bajo la lluvia. Mojarme los pies, y que las gotas resbalen por mi cara, como lágrimas ajenas y extrañas. Me encanta correr y gritar por las calles desiertas, que mi voz no se oiga y pierda su sonido entre el repiqueteo de la lluvia. Me gusta reír en la tormenta, sonreír a aquellos transeúntes que se aferran a sus paraguas como si éstos fueran su última esperanza. Me gusta besarte bajo la lluvia, notar que mi boca se deshace en agua. Me gusta abrazarte y sentirte bajo la lluvia, tus brazos formando un refugio cálido en el que protegerse del viento. Y sé que te marcharás al salir el sol, como lobo que huye del día, por eso déjame disfrutarte una vez más, sólo otra noche de tormenta.


jueves, 14 de octubre de 2010

Distancias relativas

¿Crees que estás lejos de mi? Te equivocas. Estás cerca. Muy cerca. Junto a mi corazón.


Cuando las distancias son tan grandes que parecen ahogarnos,
y no puedo ver tus ojos brillar día a día,
cuando me doy cuenta de que los días pasan sin verte,
y sufro en silencio la falta de compañia,
pienso a oscuras que mi mente no te olvida
y que mi corazón es víctima de tu recuerdo,
que siempre habitarás aquí en alguna parte de mi cuerpo
y que cuando vuelvas me colmarás de alegría..
 [...]

lunes, 11 de octubre de 2010

Quimeras

Ella le miró con lágrimas en los ojos, -No hay libertad, Jack-susurró con voz entrecortada-. Es la más hermosa de las quimeras inventadas por el ser humano. Siempre formamos parte de algo, cada vez mayor y más incomprensible. Y no hay límites para lo incierto, así como tampoco los hay para lo cierto. La libertad es sólo una idea, ese pensamiento que muchos otros pretenden acotar con tanta ley absurda. 
Él la miró fijamente sin entender. 
Una lágrima de cristal resbaló por su mejilla -Por favor, Jack, mírame, no quiero perderte para siempre...-
Jack se acercó a ella hasta notar cómo se mezclaban sus respiraciones, entonces la besó. -Inventemos quimeras, Kate, inventémoslas- susurró sin dejar de acariciar sus labios. -Si la libertad está en nuestra imaginación, imaginémosla- suplicó con vehemencia - No somos libres, pero cuanto más sepamos, más podremos imaginar que sí lo somos. Sólo quiero estar contigo Kate, los dos juntos conseguiremos tener la libertad en la mano, porque tú me pertenecerás a mí y yo te perteneceré a ti, y no formaremos  parte de nada más, no seremos más que dos almas unidas para siempre, seremos libres, libres de cadenas y grilletes, libres de soñar, libres para querernos, para todo libres.
Fundieron sus lágrimas en un beso, olvidando sus miedos.

jueves, 7 de octubre de 2010

Días [a]temporales

Ayer pasé un día en blanco. Si, fue uno de esos días que sería igual vivirlos como no hacerlo, ya que están vacíos. Frívolos días llenos de horas sin fundamento. Si, ayer fue un día que se hizo noche antes de que me diera tiempo a reaccionar. Ni siquiera perdí el tiempo, no. Simplemente éste se esfumó, se me escaparon las horas entre las manos.
Un día, diréis, sólo ha pasado un día. Y sin embargo ahora hay 359400 niños más en el mundo, y 83760 aviones ya han partido. Ahora hay miles de nuevos libros publicados, y otras tantas personas se han conocido. Hoy, hoy hay un tachón más en los calendarios. Hoy se han dicho millones de palabras, y yo sólo las mías he oído... Y todo, todo esto sin darme cuenta...
¿Por qué el tiempo es así de hostil?

domingo, 3 de octubre de 2010

Errores

No, ahora estoy segura de que esa NO fue la decisión correcta Pero muchas veces es difícil saber qué es lo correcto, muchas veces no lo sabemos hasta que, viendo las consecuencias, miramos al pasado. No puedo decir que me arrepienta, ya que nunca fui consciente de la importancia de mi decisión, y quizá todavía no lo soy..
Sólo espero que estos errores me ayuden a caminar hacia el futuro, a levantarme y resistir los golpes. Espero que me ayuden a no repetir esta situación, espero haber aprendido algo, espero saber tomar siempre la mejor decisión.
Aunque también es posible que no hayan servido de nada, y es que parte de la magia de decidir es el riesgo que conlleva no saber hacerlo. Yo no sabía, y quizá todavía no sé...

sábado, 2 de octubre de 2010

Cartas

Sé que estás preocupada y no sé cómo ayudarte. Ya te habrán dicho que "todo va a salir bien", verdad?, no seré yo quien te lo repita. (además, nunca me ha gustado esa expresión ni la idea de destino que conlleva, no me gusta pensar que nuestras acciones están determinadas antes de producirse, lo sabes...)
Solo tengo una cosa que decirte antes de que te vayas, un consejo que te servirá para mañana y para siempre; sé impulsiva y haz caso a tus instintos. Se fuerte, se natural, se tú misma y sonríe, sonríele a la vida, sonríe aunque estés triste (ya que como dijo algún sabio en otro tiempo "nunca sabes quien se va a enamorar de tu sonrisa") y sobretodo se feliz, porque te lo mereces y porque tú vales más que un par de cabezas huecas. No tengas miedo de este viaje, es una oportunidad de la que sacarás muchas (y magníficas) cosas a recordar, una aventura que comenzó desde el mismo momento en el que aceptaste la propuesta. Y la aceptaste porque eres valiente y perspicaz y desde luego muy capaz de solventar los problemas con los que allí te puedas enfrentar. Solo me queda decirte que no tengas nunca miedo y no te rindas, que yo estaré contigo para que nunca dejes de soñar.


Siempre tuyo

Xxx.


PD. Espero recibir muy pronto tus noticias, espero que tu alegría me contagie un poco e ilumine esta habitación que se queda ahora triste y vacía...

domingo, 26 de septiembre de 2010

Día a día

Sale con prisa de casa. Es por la mañana, aunque bien podría decirse que es de noche, ya que todavía no ha amanecido. Lo que más le cuesta de madrugar es el frio de la mañana. El tacto helado del suelo tras la calidez de su cama. Ese frio que se pega en sus talones y anida en su alma.
Es un día cualquiera, pero se siente extraña. El tiempo pasa más despacio y el metro va siempre demasiado lento... Siente pereza, pereza por empezar su monótono pero exigente día, pereza por resignarse a hacer lo establecido, por tener que hacer callar sus pensamientos, por tener que adoptar unas ideas que no son suyas, por no poder sentarse a ver amanecer... Cierra los ojos y suspira dulcemente, como el que intenta ver las estrellas en una noche de tormenta.
Las horas de concentración hacen mella en su espíritu, convirtiendo su animosa sonrisa en apenas una mueca forzada. Va de un sitio para otro, sin parar un segundo, intentando ser lo más eficiente posible para pronto terminar su jornada. Se mueve por el metro como poco más que un autómata, por esa red de túneles tan llenos de gente y movimiento que más parece un enorme hormiguero que un medio de transporte. Los trenes estan tan llenos que nunca encuentra asientos donde descansar su alma, pero dormita de pie con los ojos cerrados, aprovechando lo largo de sus trayectos.
Arrastra los pies hasta su casa. Ya atardece y el viento frio que se levanta sacude su cabello haciendo que algún rebelde mechón escape del recogido desigual con el que se ata el pelo [...]


Cansancio, cómo desearíamos a veces que no nos afectara, pero qué bien se duerme con él...

jueves, 16 de septiembre de 2010

Eres



Abrazos de fuego
en brazos de papel,
Cálidos besos
en labios de hiel,
Recuerdos olvidados
antes de nacer,
Brillantes sonrisas
cubiertas de lobreguez,
Miradas perdidas
en cada anochecer,
..Contradicciones amargas
que me van a enloquecer...

lunes, 13 de septiembre de 2010

La noche

Un grito ahogado la rompe. Un transeúnte la camina. Los gatos la imitan en su oscuridad. Algunos la trabajan. Otros la sufren. Otros la disfrutan. Hay quien rie tras una esquina, y quien sus penas en alcohol ahoga. En la intimidad de un banco miradas se entrecruzan. Almas solitarias por las calles sin rumbo vagan. Risas afónicas a la salida de un garito. Sonrisas tímidas en un portal. Alegres encuentros y reencuentros en el hogar. Despedidas amargas y oscuras como ella misma. Bicicletas oxidadas ancladas frente a una puerta. Animadas charlas bajo las estrellas. Sentimientos, deseos e ideales flotando en el aire.
Escenario de tantos y tantos sueños como puedas imaginar.



viernes, 10 de septiembre de 2010

Despertador

Ruido.Másruido.Másruido. Y te despiertas. Te pierdes entre tus sábanas, te proteges bajo la almohada. Te despeinas, ruedas en la cama, te estiras y te desperezas. Te quitas las tristezas con el sol de la mañana. Te levantas, te duchas, saboreas el agua. Te vistes, te cambias. Hueles el café en la distancia, borboteando en la cocina. Arrastras los pies hasta coger la taza. Se para el tiempo en tu café volviendo con las prisas a la espalda. Dejas todo sucio en el fregadero, ya lo limpiaré luego, piensas. Corres hacia el baño, te enfrentas al espejo, te peinas, te maquillas. Miras el reloj agoviada. Coges el abrigo, el móvil, las llaves... sales de casa.


miércoles, 8 de septiembre de 2010

Te querré (sólo) en mi recuerdo

Ya no quiero hablarte. Te siento distante. Tú quisite alejar tu camino del nuestro, y ahora vuelves con sonrisas a acercarte. Pero aunque intente perdonarte no puedo evitar desconfiar en tu cercanía, hasta cuando durará tu cálidez? marcharás de nuevo para no volver? No quiero pensar en ti. Ni verte, ni sentirte. No quiero siquiera olvidarte. Tan solo dejarlo estar. Mantén el rumbo que elegiste, no pretendas en todos mantenerte, pues apenas conseguirás vislumbrar la enormidad de la verdadera felicidad. Pero no intentes disfrazar la realidad ni negar lo ocurrido. Ahora estoy bien sola, pero debiste haber permanecido a mi lado, debiste escuchar mis ruegos y ahogarlos en tus abrazos. Ya no suplicaré más, no por ti. No es venganza ni rencor, solo el dolor que siento ante la mutilación del corazón. Pero no te preocupes, que ya pronto sana. Y las cicatrices me recordarán tu antigua y sincera sonrisa en la mañana. Aquella tierna y dulce mirada. No la de ahora, envenenada.

martes, 7 de septiembre de 2010

Oda a las agujas del reloj

Mundo eterno
que nunca acaba.
Soledad infinita,
amor inalcanzable
entre las agujas
que esperan deseosas
la hora de estar juntas.
En doce instantes al día
se detiene el tiempo.
En la noche,
doce son los momentos
de feliz reencuentro.
Con una sonrisa enamorada,
una mirada sincera
y un tímido beso
se susurran al oido
...te quiero

martes, 31 de agosto de 2010

Escribir por escribir

Mi madre siempre me decía que la inspiración te tiene que venir con el lápiz en la mano. Y por eso ahora me enfrento a una página vacía, que espera que le dé vida, sin saber si conseguiré llenarla de palabras. Y por eso yo ahora escribo sin pensar en ello, escribo sin saber sobre qué, escribo porque me gusta ver deslizar la tinta sobre el papel, me gusta pensar que aquellos símbolos que formo se convertirán en mensajes para el que lo lea. Me gusta el simple hecho de escribir, de llenar páginas en blanco con largas y cortas palabras, de tachar aquellas disonantes, de releer varias veces lo escrito. Me gusta pasar unos minutos sin reflexionar, o reflexionando a través de mis manos... Por eso escribo. A veces, para definir un pensamiento. A veces, para que mis pensamientos me definan a mí.

lunes, 23 de agosto de 2010

Sobre el victimismo...

No soporto el victimismo y la autocompasión. Sé que todos, incluida yo, nos hemos sentido desdichados en alguna ocasión, resulta fácil sentirse víctima de las duras situaciones de nuestro día a día. Pero no podemos permitir que este sentimiento se prolongue demasiado, no podemos simplemente convertirnos en unos "mártires" de nuestras vidas ... No es práctico, no sirve absolutamente para nada. No te ayuda a salir de las situaciones difíciles, no te ayuda a aproximarte al que te quiera socorrer.
Deja de quejarte, quieres?... Que tienes mil motivos para sonreír y sin embargo buscas aquellos inexistentes para ser infeliz. Que al fin y al cabo, el responsable de tu alegría, satisfacción y felicidad siempre serás tú, que todo depende de tu forma de ver la vida. Yo la veo demasiado larga como para pasarla lamentándome por errores sin solución. Demasiado corta como para no disfrutar cada segundo. ¿Cómo la ves tú?


lunes, 16 de agosto de 2010

Historias de aviones

Recostada en un incómodo asiento de avión, miro por la ventanilla con ojos cansados. Las nubes parecen más blancas y esponjosas desde aquí, pienso distraídamente al tiempo que un bostezo escapa de mi boca. El sol me da en la cara, produciendome un cosquilleo agradable en la nariz. Vuelvo a mirar el exterior, el sol se refleja en cada gota de agua y cada montaña tiene su sombra. Qué simple parece el mundo desde arriba, qué ordenadas las carreteras. Qué pequeños los pueblos, y qué inocentes las ciudades. Qué cortas parecen las distancias y qué dulce silba el viento.
El pasajero de mi izquierda se cambia de asiento a la fila de delante. Debe ser un tipo de estos que se incomodan cuando se ven rodeados de desconocidos. Pues bien, ahora tengo más sitio para estirar las piernas.
He cogido un libro para el vuelo, le doy vueltas entre mis manos, quizá buscando por donde empezarlo. Parece que no soy capaz de encontrar el principio, por lo que lo vuelvo a meter en la mochila con un suspiro.
Una azafata pasa rapidamente por el pasillo, taconeando a toda prisa. Me llega el fuerte olor de su colonia, encojo la nariz y sigo mirando por la ventanilla.




jueves, 12 de agosto de 2010

Necesidad

No somos autosuficientes. Ninguno de nosotros. No nos engañemos creyéndonos totalmente independientes, no funciona. Podemos ser conscientes de nuestra valía y nuestra capacidad para desenvolvernos, podemos confiar plenamente en nosotros, incluso creernos especiales, más activos, más guapos, más inteligentes. Pero en solitario cuánto tiempo somos capaces de engañarnos y aguantar con la autoestima bien alta? Nuestras palabras ya no bastan para darnos confianza, nuestro "va a salir bien" no calma lo mismo que el de alguien a quien respetes. Nuestro "yo puedo" no anima tanto como el "tú puedes" de un amigo. Nuestra sonrisa nerviosa en el espejo no infunda valor como la cálida sonrisa de quien te quiere. Necesitamos otras voces que repitan cuánto valemos para poder creernoslo. Necesitamos escuchar "te quiero" aunque estemos seguros de ello. Necesitamos muestras de afecto, respeto y cariño. Necesitamos ser comprendidos, que nuestros problemas sean escuchados, entendidos y valorados. Necesitamos saber que podemos contar con alguien, aunque finalmente no lo necesitemos...
Somos humanos y vivimos en sociedad, solo este año me he dado cuenta de que no es por gusto ni capricho, sino por necesidad.

martes, 10 de agosto de 2010

Noches de verano

Sentada en una pequeña silla desvencijada observaba a mi abuelo en la noche. Reclinado en una vieja mecedora fumaba y bebía café, con gestos lentos, como si fumara las estrellas y bebiera la noche.
Aún con la taza en la mano entró en casa, olvidando su tabaco. Me acerqué y encendí un cigarrillo, tosiendo como una viejecita, fumandome la vida bajo las estrellas de verano.

sábado, 31 de julio de 2010

Tratado de paz

Quiero firmar contigo un tratado de paz. Uno en el cual ninguno de los dos sea culpable, uno en el que la distancia mínima sea rozarte. Quiero firmar contigo un tributo de mil besos, quiero, protagonizar todos tus sueños. Quiero que tus manos se estrellen en mi cuerpo, que tu voz sea un susurro que me traiga el viento. Quiero firmar contigo este acuerdo, quiero, tu mirada y tu silencio.



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jueves, 15 de julio de 2010

Des inspiración

Olvidé cómo escribir. Pasan los días y no sé reflejar en palabras lo que mis labios callan. No encuentro adjetivos, ni verbos ni pronombres que pongan fin a este grito de silencio. Y sin embargo hay tantas palabras en mi mente que luchan por ser expresadas... tantas que tengo miedo de que se desborden y ahogen todo a su paso en un maremoto de contradicciones. En mi mente revolotean ideas sin alas que no consigo atrapar. Quizá sea que me perdí a mi misma y no me he vuelto a encontrar. Quizá sigo recorriendo caminos sin saber siquiera si hay final. [...]

Encontraré una manera de desnudar de sufijos la palabra "inspiración"

martes, 29 de junio de 2010

Exhausta

El sol me agota. Sentir me agota. Mentir me agota...
Tu voz me desgasta. Tu mirada me debilita. Y en mis mejillas las lágrimas se marchitan.
La humedad me agota. La espera me agota. El olvido me agota...
Tu recuerdo me quema. Tus labios me asfixian. Y en mis brazos el fantasma de una caricia.
Mi alma se cubre de desconfianza. La escarcha de tu frialdad pobla mis entrañas. Sufriendo el agotamiento del que espera sin esperanza.




domingo, 27 de junio de 2010

Decidida

Notaba la energía recorriendo su figura, despertando músculos hacía tiempo olvidados. Sentía los impulsos nerviosos de su cerebro llegando a cada parte de su cuerpo. Sonreía. No podía dejar de hacerlo, ni el dolor agudo de sus mejillas ante aquel involuntario gesto conseguía relajar su semblante. Los ojos le brillaban. Por una vez se sentía importante, y caminaba bien estirada por la calle, sin que nada la importase. Quería, por una vez, hacer sonar sus pasos en este mundo sigiloso.

miércoles, 23 de junio de 2010

Luceros

Aquella noche sus ojos se llenaron de estrellas. Su brillo le llenaba de esperanza. Alzaba la mano para tocarlas, acariciarlas suavemente y guardarlas junto a su corazón. Sus manos volvieron vacías, pero llenas de confianza. No volvería a dudar de si mismo... Sólo tenía que levantar la cabeza y mirar el cielo estrellado. Luceros de la noche, tan tenaces, tratando de iluminar la más absoluta oscuridad con ese brillo obstinado y persistente. Sólo tenía que creer en él, no rendirse nunca.
Y bailó. Bailó toda la noche, bailó con la luna y el viento, bailó hasta fundirse en la oscuridad de las estrellas, bailó hasta que su cuerpo no fué mas que solitaria sombra nocturna y deambulante. Y cantó, cantó bajito hasta el alba, hasta que los primeros pájaros le sustituyeron en el solo. Cantó hasta que su voz se confundió con los ruidos del cielo, con los susurros de los árboles en la noche.
...Aquella noche su alma se llenó de estrellas...

domingo, 20 de junio de 2010

Diálogos (II)

- Crees que me conoces?
- todo depende de lo que entiendes por conocer
- ... Conocer es comprender a alguien, ponerte en su lugar y adivinar cómo va a reaccionar
- entonces creo que sí te conozco
- Ah, si?
- si, le darás vueltas a esta conversación toda la tarde y no llegarás a ninguna conclusión, porque que no la hay
- No es verdad
- no?
- No, no le daré vueltas a esta conversación porque es absurda
- si no lo fuera no necesitarías tanta reflexión
- No la necesito!
- vale
- Eres desesperante...
- has empezado tú...

jueves, 17 de junio de 2010

Examenes

Cómo odiaba tener examenes, tener que pasarse horas enteras sentada frente a sus apuntes, llenando su cabeza de datos, fechas y fórmulas. Cómo odiaba pasar la tarde con la única compañía de sus aburridos libros de texto, especialmente cuando empezaba el buen tiempo y las risas de niños en la piscina se colaban por su ventana. Tenía mala suerte, muy mala suerte, le habían ido a poner los examenes globales a finales de mes... semanas después de que sus amigos acabaran las clases, recibieran sus notas y disfrutaran de sus vacaciones. Resultaba frustrante ser la única del grupo que todavía madrugaba, que todavía veía sus ojos hinchados de dormir poco. Cada vez le costaba más esfuerzo todo aquello... Volvió a mirar por la ventana, el suave viento jugó con su cabello. Seguía oyendo el griterío de la calle, los niños de paseo. Con un largo suspiro volvió a centrarse en sus apuntes, esperando silenciosamente acabar pronto con aquello.

Para aquellos pocos que, como yo, todavía tienen examenes... ánimo!

domingo, 13 de junio de 2010

Abandono

Me abrazo fuertemente las rodillas, intentando alejar el frio de mi pecho, pero no sirve de nada. En la oscuridad me rodeo los hombros y acaricio mis brazos. Suavemente, con las yemas de los dedos. Escalofríos. La piel de gallina, un frio que de tan frío oscurece mi mirada. No sirve de consuelo, solo siento más de cerca el abandono de tus brazos. Ya nadie me sujeta ni mece como a una niña pequeña, nadie peina mis cabellos enredados ni estudia mi mirada. Ya nadie me sonríe ni me siente perdida en un mundo demasiado grande. Ya nadie me ayuda a encontrarme.



jueves, 10 de junio de 2010

Sarna con gusto...

Y te empeñaste en quererla. Todavía no sé muy bien porqué. Quizá fue su sonrisa, su mirada traviesa o la suavidad de su piel. Quizá fue su pelo rebelde, oscuro y lleno de enredos cual corazón abandonado. Quizá simplemente te guste sufrir...
Y te empeñaste en amarla. Con ese amor desinteresado, doloroso, con ese amor que le profesan las hojas secas al fuego. Amor que quema por dentro, que asfixia al no ser recompensado, ahogando tu alma en rencor.
Y aún así te mantuviste a su lado, queriéndola. Porque sus palabras nunca fueron tan duras como los días sin ella. Porque los inviernos pasaron más rápido a su lado. Porque, en realidad, ella necesitaba tu compañía y no sabía demostrarlo. Solo tú fuiste capaz de interpretarlo. Y te empeñaste en, a pesar de todo, quererla.

domingo, 6 de junio de 2010

Diálogos

- Qué te pasa, te veo triste...
- No, nada
- Nada nunca es nada, siempre hay algo escondido detrás de esa palabra
- ...
- Venga, dime. Confía en mí
- ... me duele un poco la cabeza, quizá
- te traigo una aspirina?
- No, no te preocupes, un simple malestar, no más
- Alegra esa cara, pues
- No puedo, me encuentro demasiado triste
- Pero por qué?
- No lo sé, y eso es casi peor..
- Anda, no seas tonta. Venga, que nos tomamos un helado y se nos quitan las penas
- No es un helado lo que quiero
- Y qué quieres?
- ummm... puedo pedir lo que sea?
- Claro, lo que te apetezca
- Que alguien me quiera
- ... Yo te quiero
- Lo sé, necesito que me quieran... de otra forma
- ah...
- ...
- Entonces empieza alegrando esa cara, tu sonrisa es encantadora
- tanto como para que le guste a alguien?
- Por supuesto
- (sonríe) ...
- ...
- encontraré a alguien que me quiera?
- No lo sé... Por qué esas preocupaciones ahora?
- No, por saber
- saber el qué?
- que se siente cuando sabes que para alguien eres lo más importante
- Bueno, siempre puedes imaginarlo
- Ya lo he hecho
- Y bien...?
- Quiero saber si en la realidad es una experiencia tan maravillosa como la de mis sueños
- Para qué? no te da miedo que te defraude?
- Me da mas miedo no ser importante para nadie
- ...
- ...
- Eres importante para mí...

jueves, 3 de junio de 2010

Placeres

Hemos de saber disfrutar con las pequeñas cosas de la vida. Con el amargor del café de la mañana o el tacto suave de las sábanas recién planchadas. Con el dulce sabor del chocolate, con las gotas de lluvia acariciándonos la cara, con la brisa salada del mar y con el olor de la tierra mojada. Con las olas besando nuestros pies a orillas del mar, con el agua fresca un día de sol y con el olor del pan recién hecho. Con la vitalidad de los músculos al correr. Con un paisaje, con una historia. Con una taza de café caliente en un día de lluvia, con el silbar de la tetera en el fuego y con el sonido del agua fluyendo. Con un buen libro, con unas palomitas y una película. Con la compañía de un amigo en un momento difícil. Con el calor del fuego desentumeciendo nuestra alma. Con la suave inconsistencia de la nieve bajo nuestros pies. Con un abrazo, un beso. Con tu sonrisa dulce como la miel.

martes, 1 de junio de 2010

Eterna búsqueda

Busco, cegada y a tientas, compañía. Me arrastro con las manos, buscando, perdida. Busco en las esquinas de las calles y las sucias avenidas. Busco en indecentes rincones, en las sombras oscuras de mi alma. Sólo busco, en libros viejos y canciones olvidadas. Busco y no encuentro nada. Tan grande es mi desidia que añoro lo que nunca disfruté. Tus caricias, tus besos y tus abrazos. Tu luz y tu sonrisa. Te añoro, mas no sé quién eres, te echo de menos aun sin conocerte... La esperanza de hallarte me hace imposible rendirme. Seguiré buscando, a ciegas. Seguiré buscando, hasta encontrarte.




lunes, 31 de mayo de 2010

Incapaz

No soporto mirarte, siendo consciente de que aquello que posees nunca me pertenecerá. Sabiendo que tu felicidad nunca la compartirás (conmigo). Y aun así no paro de observarte, controlando tus movimientos. No soy capaz de mirarte a los ojos y pedirte que te vayas, que me evites, que no me vuelvas a hablar. No soy capaz porque aunque sea tu ausencia la que me acompañe, sabré que eres dichosamente feliz en algún lugar. Sabré que estás tú, plenitud de deseos cumplidos, sin pensar en mi. Lo sabré, aunque no vuelva a oír tu voz ni a aspirar tu aroma. No sé que es más doloroso... confirmarlo con mis propios ojos, o imaginar escenas macabras en mi mente. No quiero comprobarlo. No soy tan valiente.



Me mantengo oculta, vigilándote, estudiando tu felicidad y sufriendo en silencio. Incapaz de actuar. Incapaz de ganar esta partida contra tu dicha y mi desconsuelo.


jueves, 27 de mayo de 2010

Sueños enterrados

Cerró los ojos y enterró sus manos bajo la cálida arena, hasta sentir con los dedos la humedad de la tierra. Dejó pasar así la tarde, la noche y la mañana. Luz, vida, olas, calma. Escuchaba las risas alegres de niños en la distancia, el murmullo silencioso de la marea trepando por la playa. Podía oler la sal que el mar arrastraba. Podía sentir su tranquila respiración y con el ritmo de las olas acompasarla. Sentía cada fibra de su ser relajada. El viento la despeinaba y la arena le provocaba en la piel dolorosas punzadas, pero apenas lo sentía, tal era su calma. La blanca arena la iba cubriendo poco a poco, enterrándola en la playa. Su cuerpo quedaría así aislado y olvidado, al igual que las muchas ambiciones de su infancia. Soñaría con el mar, soñaría que sus más anheladas aspiraciones encontraran una salida, cumpliéndose, huyendo de esa cárcel de agua. Y se sentiría realizada.




miércoles, 19 de mayo de 2010

Mira, he robado un pedacito de estrella para que lo cuelgues de tu cuello, iluminando tus sueños. Para que las sombras nunca sean tan profundas y para que, cuando despiertes, nunca olvides nuestros viajes. Te he comprado un trocito de cielo para que, si tropiezas, la caída sea más suave y tus heridas pronto sanen.
Estaré siempre cerca, cerca con tus sueños, porque hemos creado vínculos que no se cierran con la distancia, porque miraremos en la noche las mismas estrellas, donde quiera que nos encontremos. Y sé que si lanzo un beso al aire tú, en alguna parte, lo estarás esperando.



Para ti, Lim, Dänerys, Warda... ana uhibuki, warda habibati. Siempre.


martes, 18 de mayo de 2010

Desaparecer


Dejando caer al fin las lágrimas que encerraban sus pestañas. Con una última mirada recorriendo la estancia. Silencio. Calma. Nada.

domingo, 16 de mayo de 2010

Seré

Si, quizá no se me dé bien eso de ser responsable, ordenada y cariñosa, quizá no sepa qué hacer para agradarte, pero no me importa, no soporto tu displicencia. No quiero ser algo de lo que tú presumas, solo busco ser feliz, y para ello necesito ser yo misma, alejándome de tu influencia. Seré distante si lo creo necesario, fría, delicada si las lágrimas cubren mi almohada. Seré cálida como el fuego que da fuerza a mi mirada. Seré lo que no me has dejado ser, seré, sin tus palabras destructivas en la distancia. No te atrevas a buscarme, olvídame, no quiero que me mantengas en eterna vigilancia. Desafiaré al futuro si es necesario, cambiaré mi destino, con tal de no vivir una tiranía en la que tu eres el tirano y yo la sometida.

martes, 11 de mayo de 2010

A veces...

Hay días que me levanto y no sé dónde está mi alma. Hay días que no encuentro las estrellas en la noche, ni el sol en la mañana. Hay días que parecen alargarse como sombras al atardecer. Y yo sigo sin saber que hacer. Surgen las dudas y el dolor no se olvida. La sal de mis mejillas marchita mi sonrisa. Mis ojos ya no brillan. Tu pasividad me inunda y me ahoga. Soy en mi ciudad una extraña, una extranjera que no habla el mismo idioma. A veces me quedo sin palabras, soñando con caricias olvidadas. A veces me seduce el recuerdo de tu cálida mirada. A veces creo oírte, riendo, perdido en mi memoria...
A veces me invaden las dudas y las preguntas acuden a mi cabeza. A veces me quedo sin respuestas.




viernes, 7 de mayo de 2010

Olvidar

Se ahuecó con las manos el pelo empapado, las gotas de lluvia resbalaban por sus cabellos, mojando su frente, deslizándose por sus mejillas, borrando de su cara los restos de maquillaje. Se miró en el triste reflejo de un cristal sucio, profundas sombras púrpuras contornaban sus ya de por sí oscuros ojos. Sonrío sin ganas y empujó la puerta del bar. El olor a viejo y a café de máquina había dado paso a un ambiente más cargado de alcohol y tabaco. Se mantuvo unos instantes de pie en la puerta, notaba como entraba el frío de la calle, una corriente gélida y húmeda que lamía sus talones. Cerró la puerta y se dirigió hacia la barra dando traspiés. Los tobillos se le doblaban, las rodillas no aguantaban su peso y apenas tenía fuerzas para mantenerse erguida. A su paso percibió la mirada del resto de clientes clavándose en su nuca, personas que habían renunciado a su vitalidad, prefiriendo el alcohol como compañía, prefiriendo huir de sus problemas sin enfrentarse a la realidad. Y sus recuerdos y esperanzas permanecerían enterrados bajo una capa de polvo y telarañas, abandonados en los rincones de aquel bar durante mucho tiempo, y ella no podía hacer nada. Aquel ambiente la agobiaba. Se sentó en una silla alta y desvencijada. El camarero se volvió hacia ella con aspecto interrogante.
- ¿Quiere tomar algo?- preguntó amablemente al no recibir petición alguna. Su voz dejaba traslucir un deje impaciente.
Ella sacudió levemente la cabeza como respuesta. Pasaron unos instantes tras los cuales se levantó cuidadosamente, con intención de marcharse. El camarero, algo desconcertado preguntó -¿A qué ha venido, si no es a tomar nada?- la curiosidad se apreciaba en su voz.
-A olvidar- respondió ella en apenas un murmullo y, sin dar tiempo a más, dio media vuelta y se dirigió hacia la puerta. Llegó hasta ella y la abrió ligeramente, llenando de aire sus pulmones.
-¿Y lo ha conseguido?- preguntó el camarero confundido.
Y ella, sin darse la vuelta, susurró -Quizá...-. La puerta se cerró a sus espaldas.

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domingo, 2 de mayo de 2010

Desasosiego

¿Y qué hiciste con mis ruegos? los enterraste bajo una capa de mentiras... ¿y qué hiciste con mis lágrimas? las perdiste, confundiéndolas con la lluvia que no deja de caer sobre el mar... Convertiste mi risa en un mero recuerdo, pesadilla de tu mente; mis abrazos echaron raíces en tus entrañas, cual enredaderas venenosas. Transformaste la alegría de mi mirada en la desoladora sombra gris que hoy cubre mi alma. Todo lo destruiste, te llevaste de mi vida la felicidad, palabra que ya no tiene para mí significado. ¿Quieres saber lo que haré con tus remordimientos? los alimentaré, regocijándome en ello. Buscaré la forma de que se mantengan, eternos. Encontraré la manera de ensombrecer tus días, haciéndote caer en la oscuridad, aún sabiendo que con ello no conseguiré aplacar mi ira y desasosiego..

lunes, 19 de abril de 2010

¿Qué soy?

El otro día me preguntaron "¿Qué eres tú?" supongo que se equivocarían, querrían decir "quién", pero me hizo reflexionar de todas formas. Pensaréis que es una pregunta muy fácil, "ser humano, persona" o lo que queráis, pero no. No creo ser un simple objeto material. Soy todo lo que me representa. Soy aquello que te hace acordarte de mí, una canción, una fotografía, una historia, un libro, un olor...
..Soy espuma. Soy agua de mar, sol y bruma. Soy la tierra mojada un día de lluvia, soy la nube que el cielo enturbia. Soy la cálida duna. Soy amor, odio, pasión. Soy la fuerza y la acción. Soy música y baile, danza nocturna a la luz de la luna. Soy para tu dolor la cura. Soy para tu llanto la alternativa, la felicidad definitiva...
¿Qué eres tú?

miércoles, 14 de abril de 2010

Ausencia de ti

Desde que te fuiste las noches son demasiado largas. El calor del sol no consigue aliviar el frío de mis entrañas. Mis lágrimas son amargas. Me duelen los pies de tanto deambular perdida en una noche extraña. Ya no muestro mas que sonrisas vagas, falsos rehenes de una felicidad anulada. Hace mucho que dejé de soñar, me persiguen tus fantasmas. Frágil y asustada, desaparezco en la noche como el brillo de una estrella olvidada. Me duelen los recuerdos, los abrazos y las caricias. Me duele tu risa, y el vacío que ha creado su ausencia en mi mirada.




martes, 13 de abril de 2010

Escarcha

Apenas siento nada. Mis manos heladas. Un temblor que recorre mi espalda. Lágrimas húmedas en mi cara. Tu rostro desaparece en mi memoria, ya no recuerdo nada. Todo está en silencio. La lluvia acaricia mi cuerpo. Se confunde llanto con agua. Espero a la noche sentada. Espero al amanecer, espero que el hielo de mi corazón se derrita con la escarcha del alba.



sábado, 10 de abril de 2010

Susurros

Todavía recuerdo ese día de verano, la calidez de tus palabras y el dulce tacto de tus labios, recuerdo los rayos de sol acariciándome la espalda, tus manos recorriendo mi cuerpo y tu suave aliento, susurrándome al oído que el peor enemigo es el olvido... He de reconocer que nunca lo he entendído, nunca podré olvidar lo que era estar contigo....



viernes, 9 de abril de 2010

Despéinate

Enfréntate a tus miedos. Libértate, rompe tus cadenas. Ilumina tus estrellas. Descubre que el fuego quema. No habrá sueños si no los creas. Déjate llevar por aquello que quieras. No sufras más, no merece la pena. Grita tus verdades. Que nadie destruya tus ideales. Baila y canta, rie y llora, al mismo sol enamoras. Que tu alma es como el viento, no te escondas bajo tierra. Que no existen monstruos que te hagan sombra...


lunes, 5 de abril de 2010

Pérdidas


Perdóname. Fui una imbécil. Quizá lo sigo siendo. No supe mantenerte a mi lado, te aparté de mi camino con orgullo e indiferencia. Te alejé con mi silencio y me escondí de tus abrazos. Mi frustración era vano espejo de mis miedos. Miedo a ser débil y a sentirme insegura, a arriesgar demasiado y perderlo todo, a quedar destrozada. No sabía que ya todo lo había comprometido, que era algo que no podía controlar. Mi corazón se fue contigo dejándome vacía. Desaparecieron de mi boca palabras cariñosas. Mis labios secos y agrietados se llenaron de palabras vacías y silencio. Sólo quedaba rabia en mi interior. Rabia por perderte. Rabia por ser la única culpable. Rabia por no intentar evitarlo. Ahora la melancolía sustituye mi orgullo y puedo ver lo horrible de mi pérdida. Ahora solo me quedan recuerdos que se disipan cuando más los persigo. Ahora sigo aspirando fuertemente buscando en el aire tu aroma… y lo encuentro vacío…


Quizá algún día tu sonrisa desaparezca de mi pensamiento. Quizá algún día no recuerde la calidez de tu mirada ni la suavidad de tus labios. Quizá, y sólo quizá, consiga olvidarte.

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sábado, 3 de abril de 2010

Dolor oculto

Cómo duele fingir estar bien... y no creo que sea por mentir, no, eso no duele. Es más, puedes llegar a ser un experto en la mentira, en hacer teatro, si, puede que seas un actor estupendo. Pero cómo duele fingir estar bien... Y creo que es porque en realidad lo que tienes ganas de hacer es gritar lo que te pasa, gritarlo bien alto, que tu voz se la lleve el viento. Que tu garganta no sepa pronunciar otras palabras. Quieres que te ayuden, pero también sabes que no pueden. Por eso fingimos. Porque no te puede ayudar nadie. Y puede que no lleguen ni a entenderte. Y la incomprensión quizá sea más dolorosa que el silencio. En el silencio queda alguna esperanza. En la incomprensión solo queda soledad y melancolía. Pero aún así, fingiendo o no, tienes que saber seguir adelante. Llega un momento en el que te acostumbras al dolor, y es en ese momento en el que se empiezan a curar tus heridas y tus sonrisas comienzan a ser sinceras... paciencia, esperaré.

viernes, 2 de abril de 2010

Sinsentidos


Cosas absurdas, que no tienen explicación. Mi situación. Tengo ganas de comerme el mundo, pero me da miedo no poder abarcarlo y me siento pequeña e insignificante. Quiero romper la rutina, pero no sé cómo ni porqué. Quiero tener sueños, pero no se cuáles y me da miedo equivocarme, que se conviertan en pesadillas. Me gustaría tener confianza, creer en algo, pero no se en qué, soy demasiado incrédula. Quiero irme lejos de aquí, donde nadie me conozca, pero me da miedo sentirme sola en un lugar desconocido. Quiero gritar, y también pasar desapercibida. Tengo ganas de llorar, pero no de mostrarme débil e insegura. Me gustaría reír, pero no encuentro ninguna razón para hacerlo. Querría trasnochar y no dormir en toda la noche, pero también madrugar al día siguiente. Quiero tantas cosas y a la vez no quiero nada. Me sentaré a esperar que mis miedos se ahogen en la noche, que mi mente se aclare y se alejen estos sinsentidos, desapareciendo en la oscuridad de las estrellas.

jueves, 1 de abril de 2010

Latidos

No podía dejar de contemplarla. Acariciaba con la mirada sus suaves curvas, su pelo enmarañado reposando sobre la almohada. Todavía eran visibles los arañazos de su cara. Sentado sobre la silla llevaba largo rato observándola. Ella, tendida en la cama a la luz de la luna parecía frágil cual muñeca de porcelana. Sin embargo la conocía demasiado bien, aquella joven de cautivadora y afilada belleza derribaría a áquel que la importunara sin apenas darle tiempo a temerla. Él no podía apartar la mirada de sus ojos cerrados y su sonrisa inocente. Su pecho subía y bajaba lentamente al ritmo de su respiración. Podía oír latir su corazón, en perfecta sintonía con el suyo propio. Se tumbó a su lado, mientras el ritmo de sus respiraciones le sumía en un suave trance. En su cabeza se revolvían los recuerdos, la tragedia, las lágrimas, todo lo ocurrido los días anteriores... y sin embargo volvería a repetir todo aquello solo por el hecho de encontrarla en el camino...

martes, 30 de marzo de 2010

Inexistencias

Hay tantas cosas que no existen... no existe el frio, sino la ausencia de calor. No existe la oscuridad, sino la ausencia de luz. No existe la tristeza, sino la ausencia de felicidad... y por eso te aconsejo; vuelve a tu estado puro, lleno de calor y luz, sé feliz...

lunes, 29 de marzo de 2010

Fotografías

Volvió a mirar la foto. Cerró los ojos fuertemente, tratando de recordar ese momento. Habían pasado demasiados años desde aquella mañana , no podía creer que aquella joven sonriente fuera ella, ni que el niño de su regazo fuera ahora el hombre que estaba mirandola fijamente. Suspiró, y mirándose las manos envejecidas y llenas de llagas, dejó la fotografía encima de la mesa. Creía haber olvidado por completo esa época de su vida, esa felicidad invasiva que desapareció de repente... Lamentó no haber sido capaz de cuidar mejor a sus hijos, de no haber podido sobrevivir a la pérdida de su marido. Lamentó que todo hubiera acabado de forma tan triste , desgarrando su vida, destruyéndola.
Esa fotografía era el último recuerdo que tenía de su marido. Habían ido a visitar a unos amigos de la infancia, que ahora formaban un jovial matrimonio. Alguien insistió en guardar un recuerdo de aquella jornada, pero ella nunca llegó a ver la foto, ahora la veía por primera vez, de la mano de su hijo, que la miraba con resentimiento. Ella no podía darle ninguna explicación al hombre que la miraba friamente, él tampoco la esperaba. Su hijo murmuró alguna despedida y salió por la puerta. Ella se quedó tendida en la cama, inmóvil. Sus manos temblaban levemente y en su mente se deslizaban imágenes borrosas, trayendo consigo dolorosos recuerdos. Agonizantes lágrimas resbalaban por su cara, su cabello... condenada al lamento eterno, se dejó llevar por el silencio.